Foro Mundial de Migración: Colombia alerta sobre flujos migratorios inversos y plantea respuesta regional autónoma
Disminuyen los cruces hacia el norte y surge un flujo inverso: Colombia llama a una gestión regional basada en derechos.

En el marco de la XV Cumbre del Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo en Riohacha (La Guajira), la directora de Migración Colombia, Gloria Arriero, advirtió sobre la transformación de las dinámicas migratorias en la región y presentó una propuesta de respuesta regional con autonomía financiera y decisional.
Su intervención se realizó durante el panel titulado “Migración, Flujo Inverso y Fronteras Porosas”. La funcionaria expuso un panorama de cambios en los flujos migratorios que afectan a Colombia, Panamá, Ecuador y Venezuela.
Según los datos presentados, mientras que en 2023 se registraron 539.959 detecciones de migrantes en tránsito hacia el norte, en 2025 se evidencia una reducción del 64% en el primer semestre. Este descenso se acompaña de un fenómeno emergente: el flujo migratorio inverso, de norte a sur, con 12.300 migrantes retornando a Colombia, de los cuales el 99% son de nacionalidad venezolana.
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Arriero enfatizó que el cambio de tendencia representa un reto urgente, pues no se limita a cifras, sino a las condiciones de vida de familias que enfrentan precariedad y riesgos durante su tránsito.
La directora también advirtió sobre los riesgos de trata de personas, naufragios, violencia y vulnerabilidad en territorios con baja presencia institucional, lo que incrementa la presión sobre municipios fronterizos como Acandí (Chocó), Necoclí (Antioquia), Nariño y Putumayo.
El endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos y México, la reducción de la cooperación internacional y el aumento de deportaciones en la región fueron señalados como factores que complejizan aún más la situación.
Ante ello, la directora insistió en la necesidad de que los países de la región construyan un modelo de cooperación autónomo, reduciendo la dependencia de ayudas externas condicionadas.
La propuesta incluye un enfoque de derechos humanos y soberanía. De acuerdo con lo expuesto, se busca crear marcos regionales que prioricen la dignidad humana y fortalezcan la capacidad de decisión propia de los países involucrados.
En ese sentido, la directora explicó que la iniciativa se alinea con lineamientos presidenciales que plantean repensar los esquemas de cooperación internacional tradicionales.
Tres líneas de acción fueron presentadas como prioritarias: campañas regionales que visibilicen el aporte de los migrantes a la economía y la cultura; políticas inclusivas que garanticen acceso a empleo, educación, salud y reconocimiento de títulos profesionales; y proyectos de desarrollo territorial con enfoque migratorio, orientados a convertir a los municipios fronterizos en espacios de acogida a través de inversión social.
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La intervención concluyó con un llamado a la acción colectiva en la región, subrayando el compromiso de Colombia con una gestión migratoria segura, ordenada y respetuosa de los derechos humanos. La directora insistió en que la responsabilidad compartida entre los Estados es clave para enfrentar los desafíos actuales de la movilidad humana en el continente.