Mediante un comunicado conjunto, las principales empresas nacionales y extranjeras productoras de bebidas alcohólicas expresaron su rechazo a la propuesta incluida en la Reforma Tributaria del Gobierno Nacional, que plantea un impuesto de hasta el 40 % sobre los licores.
El documento fue firmado por las Fábricas de Licores y Alcoholes de Antioquia (EICE), Industria Licorera de Caldas, Empresa de Licores de Cundinamarca, Industria de Licores del Valle, Fábrica de Licores del Tolima, Nueva Licorera de Boyacá, Industria Licorera del Cauca, Unidad de Licores del Meta y Aguardiente Nariño, junto con las compañías internacionales Pernod Ricard, Brown Forman y Global Wine and Spirits.
Las empresas firmantes hacen un llamado al Gobierno Nacional y al Congreso de la República para que revisen la iniciativa, advirtiendo que una carga fiscal de esta magnitud tendría graves efectos sobre el empleo, la competitividad y la economía regional.
“Hoy nos unimos en una sola voz para priorizar tres causas que nos identifican como colombianos: el empleo que genera dignidad, la legalidad que impulsa el progreso y la idiosincrasia que nos define como nación”, señalaron en el comunicado.
El gremio de licores recordó que el sector representa el 1,5 % del PIB nacional y genera más de 200.000 empleos directos e indirectos en todo el país, con impacto en sectores como la agricultura, la hotelería, los bares, los restaurantes, los conciertos y las ferias regionales.
Además, destacaron que tradiciones como el brindis con aguardiente, ron o whisky hacen parte de la identidad cultural colombiana y contribuyen significativamente al desarrollo económico local.
Frente al argumento del Gobierno, que justifica el incremento como una medida de salud pública para reducir el consumo de alcohol, las compañías respondieron:
“Compartimos la necesidad de seguir promoviendo el consumo responsable de alcohol, una prioridad que hemos abordado con seriedad, recursos y de manera integral, a través de alianzas público-privadas transformadoras”.
El comunicado concluye haciendo un llamado al diálogo, “es precisamente esta profunda convicción la que nos impulsa a hacer un análisis integral y constructivo sobre los impactos de esta tributación, y a observar el panorama con una visión más amplia”.