En el programa Tarde, pero llegó con Eva Rey, junto a Juan Carlos Iragorri, Andrés Nieto y Carlos Marín, se analizó un reciente ranking mundial sobre congestión vial, que revela cuántas horas pierden al año los conductores en el tráfico de las principales ciudades del mundo.
El análisis se basó en el informe Global Traffic Scorecard 2024, elaborado por la empresa Inrix, que evalúa los patrones de movilidad en más de 1.000 urbes a partir de datos de GPS, sensores y aplicaciones de navegación.
Según el estudio, los habitantes de Estambul (Turquía) pierden en promedio 105 horas al año atrapados en el tráfico, seguidos por los de Nueva York (Estados Unidos) y Chicago, con alrededor de 102 horas anuales. El informe también ubicó a Londres, París y Ciudad de México entre las ciudades más congestionadas del planeta.

Factores que impulsan la congestión urbana
El reporte atribuye el incremento del tráfico al retorno presencial a las oficinas, el aumento del uso del vehículo particular y la recuperación económica posterior a la pandemia. Estos factores, combinados con redes viales limitadas y una infraestructura de transporte público insuficiente, generan cuellos de botella en varias urbes.
En el caso de Estambul, la densidad poblacional, que supera los 15 millones de habitantes, y la geografía de la ciudad, dividida entre Europa y Asia, dificultan la movilidad diaria. En Nueva York y Chicago, el número creciente de vehículos particulares y los embotellamientos en puentes y autopistas sostienen los niveles elevados de congestión.
Ciudad de México figura como la urbe latinoamericana con mayores problemas, donde la saturación de avenidas principales y la falta de sincronización en semáforos agravan el tráfico cotidiano.
Consecuencias del aumento de la congestión vehicular
El informe destaca que las consecuencias van más allá del tiempo perdido. Pasar más de una hora diaria en embotellamientos está relacionado con mayores niveles de estrés, fatiga y ansiedad.
En el ámbito económico, solo en Estados Unidos, el costo total del tráfico urbano en 2024 se estimó en más de 70.000 millones de dólares, considerando combustible desperdiciado, retrasos laborales y pérdida de productividad.
Estrategias para reducir la congestión del tráfico
El estudio de Inrix señala que las ciudades que han comenzado a aplicar infraestructuras inteligentes, zonas de bajas emisiones y sistemas de transporte integrados muestran mejoras notables en la movilidad.
Ejemplos como Singapur y Ámsterdam evidencian que la combinación de tecnología, planeación urbana y políticas de sostenibilidad contribuye a disminuir los tiempos de desplazamiento.
Los panelistas del programa coincidieron en que, para América Latina, la clave está en fortalecer el transporte público y mejorar la gestión del tránsito urbano, más allá del aumento de vías o autopistas.