La crisis del sistema de salud en Colombia llegó a instancias internacionales, tras ser radicadas una serie de solicitudes de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en favor de 20 pacientes con enfermedades hepáticas y renales, quienes denuncian graves vulneraciones a sus derechos fundamentales por la falta de medicamentos y atención médica oportuna.
La acción jurídica fue presentada por la Asociación de Enfermos Hepáticos y Renales, liderada por la hermana, María Inés Delgado, con el acompañamiento del abogado internacionalista Juan Carlos Bernal Pérez, especialista en cooperación y relaciones internacionales en el sector salud.
Según Bernal, lo que ocurre hoy en Colombia configura una grave violación de derechos humanos, particularmente del derecho a la vida, a la salud y a la dignidad humana. “Estamos frente a una crisis intencional del sistema de salud, producto de una desfinanciación deliberada, situación que ha sido advertida y ratificada por la Corte Constitucional en distintos autos”, señaló.
Solicitud ante la CIDH
El abogado explicó que la solicitud presentada ante la CIDH, busca que el organismo internacional decrete medidas cautelares urgentes, ordene la provisión inmediata de medicamentos y atención médica, y realice una visita in situ a Colombia para constatar la magnitud de la crisis.
Además, advirtió que la situación no solo afecta a los 20 pacientes representados, sino a más de 22.000 personas en riesgo, incluidos pacientes en lista de espera y de trasplante.
“Esperamos que la Comisión revise las pruebas y evidencias aportadas y adopte medidas para proteger el derecho a la salud. Esto también puede derivar en la declaración de responsabilidad del Estado colombiano y de quienes han liderado el sistema de salud en los últimos años”, afirmó Bernal.
El jurista insistió en que la salida a la crisis debe darse a través de un diálogo amplio con todos los actores del sector, y cuestionó la reforma a la salud que actualmente se discute en el Congreso.
“No se pueden promover reformas ideológicas que no resuelvan estructuralmente el problema. Una reforma que no incorpora un plan de beneficios y que afecta la progresividad del derecho a la salud va en perjuicio de los colombianos”, advirtió.
Los pacientes
Como lo denunció la FM la dimensión humana de la crisis fue expuesta por Pablo Andrés Gómez Parra, trabajador social y paciente, quien relató el calvario que viven cientos de familias por la falta de medicamentos esenciales.
“Las personas llevan meses sin acceder a sus tratamientos. Esto vulnera directamente el derecho a la salud, la dignidad humana y, sobre todo, el derecho a la vida”, afirmó. Según Gómez, los pacientes se ven obligados a acudir repetidamente a las entidades dispensadoras, donde solo reciben respuestas parciales o la generación de ‘pendientes’ que, con el paso de los días, se pierden sin que se entregue el medicamento.
“El drama es terrible. Las familias van cada ocho días, pasa el mes y el pendiente desaparece. El paciente sigue sin su medicina y nadie responde”, denunció.
Gómez también señaló que los mecanismos legales internos han dejado de ser efectivos.
“Ni los derechos de petición, ni las tutelas, ni los desacatos están funcionando. Es un error gravísimo que una persona tenga que llegar a una tutela para acceder a un medicamento que garantiza su vida”, sostuvo.
Ante la falta de respuesta del sistema, muchas familias han tenido que comprar los medicamentos por su cuenta, a pesar de sus altos costos y de la escasez en el mercado. En el caso de pacientes trasplantados, la situación es aún más crítica.
“Los inmunosupresores no se pueden suspender. Algunos pacientes han tenido que disminuir la dosis, tomarlos un día sí y otro no, y esperar que nada malo ocurra, porque no hay otra opción”, relató Gómez.
A la espera de la CIDH
Los solicitantes afirmaron que confían en que la CIDH emita una respuesta inicial en los próximos meses, de acuerdo con sus tiempos y procedimientos, y destacan que diversas organizaciones sociales y de pacientes ya han manifestado su respaldo a la acción internacional.
Mientras tanto, los pacientes insisten en que la crisis del sistema de salud no es una discusión técnica ni ideológica, sino una emergencia humanitaria que pone en riesgo miles de vidas y que, ahora, será examinada por la comunidad internacional.