La cena de fin de año suele estar cargada de expectativas, tradición y platos abundantes que, aunque forman parte de la celebración, muchas veces terminan pasando factura al cuerpo. Pesadez, mala digestión y sensación de cansancio son comunes tras una noche de excesos. Frente a este panorama, una nutricionista propone alternativas de proteína más saludables que permiten disfrutar de la velada sin descuidar el bienestar.
Alexa Suárez, nutricionista de la Universidad Metropolitana de Barranquilla, le explicó a La FM que la clave no está en eliminar alimentos, sino en elegir fuentes de proteína que sean más fáciles de digerir y que aporten nutrientes de calidad. “La proteína es fundamental en la cena de fin de año porque ayuda a generar saciedad y a mantener estables los niveles de energía, pero es importante seleccionar opciones menos grasas y mejor preparadas”, señaló la especialista.
Pescados: proteína ligera para la cena de fin de año
Dentro de las mejores alternativas de proteína para una cena de fin de año saludable, el pescado ocupa un lugar destacado. Según la nutricionista, opciones como el salmón, la trucha o el robalo aportan proteína de alto valor biológico y grasas saludables que benefician al corazón.
Suárez indicó que el pescado es ideal para la cena de fin de año porque resulta más liviano que las carnes rojas y favorece una digestión más rápida. Preparaciones al horno, a la plancha o al vapor permiten conservar sus nutrientes sin añadir exceso de grasa, algo clave en una noche donde suelen abundar los acompañamientos.

Pollo y pavo: clásicos que pueden ser saludables
El pollo y el pavo siguen siendo protagonistas en muchas mesas durante la cena de fin de año, y no tienen por qué ser una mala elección. La nutricionista explicó que estas carnes blancas son excelentes fuentes de proteína magra, siempre que se retire la piel y se eviten rellenos muy grasos.
Para una cena de fin de año más equilibrada, Alexa Suárez recomendó marinar el pollo o el pavo con hierbas, ajo y cítricos, en lugar de salsas pesadas. De esta forma, se potencia el sabor sin sobrecargar el plato, manteniendo la proteína como un alimento saludable y funcional.
Huevos y quesos frescos como opciones prácticas
Otra alternativa de proteína que gana espacio en la cena de fin de año son los huevos y los quesos frescos. La nutricionista destacó que los huevos pueden integrarse en preparaciones como ensaladas templadas o acompañamientos, aportando proteína completa y vitaminas esenciales.
En cuanto a los quesos, la nutricionista sugirió optar por versiones frescas y bajas en grasa, como el queso campesino o el ricotta. Estas opciones permiten incluir proteína en la cena de fin de año sin recurrir a productos altamente procesados o con exceso de sodio.

Proteína vegetal para una cena más balanceada
Las proteínas de origen vegetal también pueden ser protagonistas en la cena de fin de año. Legumbres como lentejas, garbanzos y fríjoles, así como opciones como el tofu, ofrecen proteína de buena calidad y aportan fibra, lo que mejora la digestión.
La nutricionista de la Universidad Metropolitana de Barranquilla explicó que combinar proteína vegetal con cereales integrales puede resultar ideal para quienes buscan una cena de fin de año más liviana. “Son alimentos que nutren, sacian y ayudan a evitar la sensación de pesadez al final de la noche”, afirmó.
La preparación, clave en la cena de fin de año
Más allá del tipo de proteína, la forma de preparación es determinante. La experta recalcó que evitar frituras y reducir el uso de mantequilla o cremas puede marcar una gran diferencia en la cena de fin de año. Métodos como el horneado, la plancha o el salteado con poco aceite permiten disfrutar del sabor sin excesos.
Elegir buenas alternativas de proteína no solo beneficia al cuerpo, sino que también permite comenzar el nuevo año con mayor bienestar. Una cena de fin de año saludable no significa renunciar a la tradición, sino adaptarla a opciones que cuiden la salud sin perder el disfrute.