Tamá, un oso andino que era trasladado para su liberación, falleció durante el operativo aéreo que hacía parte de su retorno a la vida silvestre. El hecho ocurrió en horas de la tarde, mientras se desarrollaba el vuelo en el que el animal era transportado con acompañamiento de personal médico calificado y bajo seguimiento permanente.
Durante el trayecto se presentaron condiciones meteorológicas adversas que impidieron completar el aterrizaje previsto. Ante este escenario, el equipo a cargo tomó la decisión de retornar al aeropuerto Camilo Daza, en Cúcuta, con el objetivo de salvaguardar la vida del oso y del equipo humano que participaba en el traslado, incluidos sus cuidadores, quienes lo habían acompañado durante once años.
En el regreso, Tamá presentó signos de dificultad respiratoria que fueron atendidos de manera inmediata por el personal médico a bordo. Según Parques Nacionales Naturales, se activaron los protocolos de atención y se realizaron maniobras de reanimación; sin embargo, el animal no respondió a los procedimientos y se confirmó su fallecimiento durante el operativo.
Tras la llegada al aeropuerto, se iniciaron los acercamientos correspondientes con las autoridades ambientales para definir el proceso a seguir. Estas actuaciones se realizaron como parte de los procedimientos establecidos ante una situación de este tipo, ocurrida en el marco de un traslado y liberación de fauna silvestre.
El proceso de liberación de Tamá había comenzado el 16 de diciembre y se desarrollaba bajo monitoreo constante de un equipo técnico especializado en vida silvestre. Durante el recorrido inicial, no se habían registrado señales de alerta ni complicaciones de salud que anticiparan una situación crítica.
El proceso previo y el trabajo de rehabilitación
Antes del traslado, Tamá fue evaluado por personal especializado y cumplió con los protocolos definidos para su manejo, rehabilitación y liberación. Estas evaluaciones se realizaron de acuerdo con la normatividad ambiental vigente y hacían parte de un procedimiento técnico que buscaba garantizar condiciones adecuadas para su retorno al entorno natural.
El proceso que culminaría con su liberación se venía consolidando desde hacía aproximadamente tres años. Durante ese tiempo se adelantaron evaluaciones médicas periódicas, seguimientos constantes y acciones coordinadas entre distintos equipos dedicados a la protección y manejo de fauna silvestre.
La muerte de Tamá generó un impacto significativo por el valor simbólico que había adquirido su historia. A lo largo de los años, su proceso de rehabilitación y preparación para la libertad despertó interés y sensibilidad en distintos sectores, así como en comunidades cercanas a su lugar de destino.
El caso de Tamá puso en evidencia la complejidad de los procesos de liberación de fauna silvestre. Aunque el desenlace no fue el esperado, el traslado involucró un esfuerzo prolongado, recursos técnicos y el compromiso de múltiples equipos que trabajaron con el objetivo de devolver al oso a la vida en libertad.
Tamá se convirtió en un referente del esfuerzo colectivo por la conservación de la fauna silvestre. Su historia dejó una huella en quienes participaron y siguieron de cerca el proceso, marcado por el trabajo sostenido, el acompañamiento técnico y la expectativa de un regreso exitoso a su hábitat natural.