Experta explica los efectos del madrugar: sueño insuficiente y su relación con el rendimiento académico
Los horarios escolares tempranos alteran los ciclos de sueño de niños y adolescentes, afectando su atención, aprendizaje y regulación biológica diaria.

La psicóloga y especialista en desarrollo infantil Juana Morales Sáenz explicó en La FM cómo los horarios tempranos de las escuelas afectan el sueño y el aprendizaje de niños, niñas y adolescentes, y destacó la importancia de ajustar los ciclos biológicos a la luz del día.
¿Cómo afecta el horario escolar temprano al sueño de los niños?
Según Morales Sáenz, "lo que realmente afecta es la cantidad de horas de sueño que tú tienes". La especialista señaló que los ciclos circadianos, regulados por la luz del día, son fundamentales para que el cerebro y el cuerpo funcionen correctamente. Explicó que acostarse y levantarse de noche altera estos ciclos y dificulta la fijación de aprendizajes. "El sueño fija aprendizaje", subrayó, precisando que la producción de hormonas que inducen el sueño se retrasa en preadolescentes y adolescentes, lo que complica que se duerman temprano.
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Morales Sáenz enfatizó que los niños pequeños dependen de sus cuidadores para garantizar las horas de sueño necesarias, mientras que los adolescentes presentan un desfase natural que hace que acostarse temprano sea más difícil. "No necesariamente tiene que ver con que quieran hacerlo así, sino que la hormona que lleva a dormir se produce más tarde", aclaró.
¿Qué consecuencias psicológicas y emocionales genera madrugar para estudiar?
La psicóloga explicó que levantarse antes del amanecer tiene impactos psicológicos: "Eso ya hace impacto psicológico. Lo biológico tiene que ver con lo psicológico". Destacó que las jornadas largas y los tiempos de traslado en ciudades como Bogotá afectan la capacidad de atención y la disposición para aprender. Además, planteó que la organización familiar influye en los horarios escolares: "Muchos de los horarios se mantuvieron por dinámicas familiares y tráfico en ciudades grandes".
Morales Sáenz también señaló que los niños y adolescentes necesitan mayor tiempo para dormir y que un horario más tardío estaría alineado con sus necesidades biológicas. "Estoy de acuerdo que los niños necesitan levantarse de día. Los estudios en el mundo lo muestran que cuando se levantan un poco más tarde están mejor", afirmó, resaltando que la evidencia respalda la necesidad de ajustar los horarios escolares.
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En relación con la reciente ley que prohíbe madrugar para ir al colegio, Morales Sáenz indicó su apoyo a las medidas que permiten horarios más flexibles para estudiantes: "Sí, estoy de acuerdo con que los niños, niñas y adolescentes necesitan mayor tiempo para dormir". La especialista concluyó que estas adaptaciones no solo benefician el aprendizaje, sino que también contribuyen a la regulación biológica y al bienestar general de los menores.
Morales Sáenz es autora del libro *Adolescencia, cerebro en remodelación*, en el que profundiza sobre los procesos cognitivos y biológicos de adolescentes y preadolescentes. Durante la entrevista, reiteró la necesidad de considerar los ritmos biológicos en la planificación de horarios escolares para optimizar el aprendizaje y la salud emocional de los estudiantes.