Proyecto para bajar salario a congresistas: Pizarro culpa al Congreso y anuncia que insistirá
La senadora del Pacto Histórico lamentó un nuevo fracaso de la iniciativa y apuntó a responsables de lo ocurrido.

La senadora María José Pizarro, del Pacto Histórico, se pronunció en La FM de RCN sobre el nuevo hundimiento del proyecto de acto legislativo que buscaba reducir el salario de los congresistas en Colombia. La iniciativa volvió a fracasar en su trámite en el Senado, lo que la legisladora atribuye a una estrategia de dilación de sectores tradicionales del Congreso.
“Ya son 24 veces que se presenta desde el año 2016 esta iniciativa y 24 veces que se ha hundido este proyecto, incluyendo la consulta anticorrupción”, señaló Pizarro, quien aseguró que a pesar del mandato ciudadano y del respaldo de congresistas de diversas bancadas, no ha sido posible avanzar con la propuesta. “El Congreso no ha mostrado empatía ni conexión con la sociedad colombiana”, afirmó.
La senadora explicó que la ponencia fue radicada el 23 de abril, pero estuvo “engavetada” por más de un mes en la mesa directiva del Senado, presidida por Efraín Cepeda. “Presentamos cuatro proposiciones con el senador Iván Cepeda para modificar el orden del día y discutir a tiempo este proyecto. Solo hasta ayer fue aprobada la proposición, cuando ya estábamos con los tiempos límite”, explicó.
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Durante la sesión plenaria del Senado en la que finalmente se discutió la iniciativa, se presentó una oleada de impedimentos por parte de varios congresistas. Para Pizarro, esos impedimentos no eran pertinentes: “Le pedí al secretario que leyera porque realmente no eran necesarios. Un impedimento se presenta cuando hay un beneficio directo, y aquí lo que había era una reducción del salario, no un beneficio”.
La senadora manifestó que la estrategia de dilación logró su objetivo: “Se presentaron impedimentos uno tras otro, esperando que se disolviera el quórum, cosa que finalmente sucedió”. Aunque el proyecto podría volver a agendarse en la próxima sesión, “ya no tiene sentido”, según Pizarro, pues el tiempo legislativo para avanzar en su trámite expiró y, al tratarse de un acto legislativo, no puede recibir mensaje de urgencia del Gobierno para ser discutido en sesiones extraordinarias.
La congresista insistió en que los legisladores deben dar ejemplo en materia de austeridad y criticó al presidente del Senado por su falta de compromiso con la iniciativa: “La primera persona que no tiene ningún compromiso con este tema es el presidente del Senado, Efraín Cepeda, que no solo lo engavetó, sino que además presentó impedimento”.
Austeridad y revisión institucional: más allá del Congreso
Ante la pregunta sobre si los congresistas pueden renunciar voluntariamente a parte de su salario, Pizarro respondió afirmativamente, pero aclaró que el debate debe ir más allá del Legislativo. “El problema no es solo el salario de los congresistas. Hay funcionarios del Estado que ganan entre 80 y 100 millones de pesos mensuales. Esto debería hacer parte de un plan de austeridad nacional”, indicó.
En ese sentido, planteó la necesidad de revisar estructuralmente el andamiaje institucional del Estado. “Este no es un problema exclusivo del gobierno actual, sino de la forma en que se ha construido la institucionalidad durante décadas. Habría que revisar salarios de altos funcionarios, incluidos magistrados, embajadores y otros servidores que superan ampliamente el ingreso de un congresista”.
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Al referirse al Gobierno del presidente Gustavo Petro, al que pertenece su coalición política, Pizarro reconoció que también hace falta un mayor esfuerzo en materia de austeridad: “Por supuesto que también le hace falta un plan de austeridad. Hay muchos gastos que podrían asumirse de manera distinta, con un control más eficiente del gasto”.
En particular, señaló que el gasto diplomático debe ser revisado: “El salario de los embajadores tendría que revisarse. Hay embajadas que deberían mantenerse, otras que deberían abrirse en función de nuestra relación con el sur global, pero debe hacerse con eficiencia”.
La senadora finalizó resaltando que el Estado debe buscar eficiencia sin sacrificar la inversión social: “Uno puede recortar en muchas cosas, menos en inversión social. El problema es tener un Estado eficiente que resuelva los problemas de la ciudadanía”.