Dentro de los afectados con la publicación del cartel en agosto de 2013 está el estudiante de filosofía, Jorge Alejandro Ospina, quien protagonizó, a través de una foto, ese cartel. Ospina resultó ser inocente.
En ese entonces, el estudiante argumentó que no participó en ninguna de las acciones de alteración de orden público.
Sus abogados presentaron una demanda por "la violación de los derechos a la integridad personal, honra, buen nombre, presunción de inocencia, debido proceso, la dignidad humana, familia, tranquilidad y habeas data, afectados", dicen las víctimas, con la publicación del cartel en el comando de la Policía Metropolitana de Bogotá.