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Condenan a patrullero Wilmer Alarcón por crimen del grafitero Diego Felipe Becerra

La familia de la víctima ha solicitado una condena superior a los 33 años de prisión por el delito de homicidio. 

Publicado:
Actualizado:
Martes, Agosto 23, 2016 - 10:51

En los juzgados de Paloquemao, un juez de la República emitió sentido de fallo condenatorio en contra del patrullero de la Policía Metropolitana de Bogotá, Wilmer Antonio Alarcón, por su responsabilidad en el crimen del grafitero Diego Felipe Becerra. 


 


El funcionario judicial ordenó la captura del uniformado, quien hace pocos días fue beneficiado con su orden de libertad por vencimiento de términos. 


 


El próximo 27 de octubre el juez dará a conocer el monto de la pena que impondrá en contra del patrullero Alarcón. 


 


Según la investigación de la Fiscalía, el uniformado, con su arma de dotación, le propinó un disparo letal al joven Diego Felipe Becerra en el norte de la capital del país. 


 



Por su presunta actuación en la escena de los hechos el Fiscal 295 imputó a Alarcón Vargas los delitos de  fraude procesal, tráfico, fabricación y porte de armas de fuego, agravado, atenuación y supresión de elementos materiales probatorios y falsedad ideológica en documento público agravado.


 


El fiscal del caso señaló que la escena de los hechos fue alterada al ser colocada en el sitio un arma de fuego que, según algunos testigos, no concuerda con la que presuntamente llevaba un sujeto que atracó un bus de servicio público, hechos de los cuales se señalaba al menor fallecido.


 


Asimismo, indicó que se pudo establecer que la denuncia del conductor de la buseta fue falsa, ya que para el momento de los hechos el automotor en mención tenía pico y placa ambiental. Con su accionar y sus declaraciones falsas, los implicados en el proceso buscaban crear un perfil criminal en la víctima.


 


También se determinó que el arma colocada al menor muerto no era apta para disparar, y una vez realizada la prueba de absorción atómica, se comprobó que joven grafitero nunca activó tal arma, pues se confirmó que sus manos solo tenían pintura con la cual grababa el grafiti al momento de ser sorprendido por los policías. El procesado estaba recluido en la cárcel de uniformados de Facatativá como presunto responsable del delito de homicidio agravado.



 

Fuente:
Sistema Integrado Digital