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El crimen de la Adriana Pinzón, quien murió a manos de su cuñado Jonathan Torres, causó conmoción en Colombia. Sin embargo, aún hay varios interrogantes, entre ellos, cómo y porqué lo hizo.
Justamente, cuando aún se adelantaba la búsqueda de la sicóloga, algunos familiares ya fijaban su mirada en su cuñado.
Noticias RCN reveló que el exmilitar tenía otra familia, a la que también le había mentido sobre el carro de Adriana, lo que supone una premeditación del crimen.
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Así lo testificó el hermano de la segunda esposa que tenía Torres.
“A mediados de mayo, él nos comentó a toda la familia, que le iban a entregar un carro y que el sujeto estaba en la cárcel La Picota y era el esposo de Adriana Pinzón, su supuesta excuñada”, sostuvo.
Aunque varios familiares de Adriana ya sospechaban del sujeto, tomaron la decisión de no decirle nada, para que no se asustara y huyera.
Una prima de la sicóloga confirmó que, al ver los videos de las cámaras de seguridad del conjunto residencial de la víctima, lo identificó.
Cuando los investigadores del CTI llegaron a la vivienda de la mujer, encontraron todo, aparentemente ordenado, sin embargo, al verificar con luminiscencia evidenciaron violencia en la escena del crimen.
Había rastros de sangre en el piso, el closet y en las cortinas.
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Todo indica que hubo violencia desmedida y alteración de la escena, mientras que Torres llevaba a cabo su plan, sacando el cuerpo en bolsas de basura y abandonando el lugar, como si nada hubiera pasado.
Días después, el exmilitar fue detenido por las autoridades por el delito de desaparición forzosa.
“Cometí un acto del homicidio y la verdad me arrepiento demasiado”, dijo Torres, en medio del proceso judicial.
