El Presidente, Gustavo Petro, aseguró que las recientes amenazas atribuidas al Ejército de Liberación Nacional (ELN) no están dirigidas contra líderes internacionales, sino que representan una amenaza directa contra Colombia, su soberanía y el proyecto histórico de integración regional inspirado en Simón Bolívar.
A través de su cuenta oficial en la red social X, afirmó que el ELN perdió hace tiempo su sentido revolucionario y su vínculo con las luchas sociales del país.
Según Petro, “la organización armada no comprendió que “lo más revolucionario” que podía hacer era unir el “amor eficaz” de Camilo Torres Restrepo con la paz de Colombia, en un contexto de creciente conciencia popular”.
Dijo que impartió órdenes directas a la Fuerza Pública para atacar al ELN y defender a la población colombiana ante cualquier amenaza, ya sea de origen interno o externo.
La instrucción busca garantizar la seguridad de los ciudadanos y preservar la integridad territorial del país.
“La orden dada a la fuerza pública de Colombia es atacar al ELN y defender al pueblo de Colombia ante cualquier amenaza externa”, señaló.
Petro también hizo un llamado a la ciudadanía a no dejarse paralizar por el miedo, e invitó a los colombianos a vivir las festividades de fin de año con tranquilidad.
“Al pueblo de Colombia le solicito en todos los lugares del territorio nacional salir a la fiesta de navidades sin miedo. El miedo paraliza y no nos dejaremos amenazar ni por potencias extranjeras ni por traquetos vestidos de revolucionarios”, expresó.
El jefe de Estado cuestionó además los vínculos del ELN con mafias del narcotráfico internacional, señalando que su cercanía con estructuras criminales mexicanas y albanesas contradice cualquier pretensión de representar los intereses del pueblo colombiano.
“El proyecto de entregar la revolución al narcotráfico es irreversible y profundamente dañino”, sostuvo.
En su pronunciamiento, a través de su cuenta de X, Petro reiteró que el proyecto de la Gran Colombia, concebido como una confederación moderna de naciones, solo puede consolidarse en un escenario de paz regional, especialmente en el Caribe.
En contraste, advirtió que la persistencia de la violencia armada atenta contra cualquier posibilidad de integración y desarrollo colectivo.