El papa León XIV volvió a poner en el centro de su agenda la lucha contra los abusos dentro de la Iglesia. En un mensaje dirigido a los participantes del encuentro “Construir comunidades que protejan la dignidad”, promovido por la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, el pontífice reiteró que la prevención debe mantenerse como un compromiso permanente.
En el texto enviado este lunes, León XIV subrayó que la creación de espacios seguros para menores y personas vulnerables es una prioridad personal. Describió el tema del encuentro, la construcción de comunidades donde la dignidad sea protegida y promovida, como un asunto “muy cercano a su corazón”.
"Cómo construir comunidades donde se proteja y promueva la dignidad de toda persona, especialmente de los menores y de las personas más vulnerables", señaló.
Protección a la infancia
Señaló que asumir responsabilidad por el bienestar del otro es una condición esencial para ejercer una libertad auténtica, orientada a servir y acompañar. El papa destacó que la labor de las instituciones y expertos reunidos en el encuentro es fundamental para avanzar en la prevención, así como para promover mecanismos claros de rendición de cuentas.
"Es al asumir la responsabilidad por la vida de los demás que aprendemos la verdadera libertad, la que no domina sino que sirve, no posee sino que acompaña", escribió.
Agradeció el intercambio de experiencias entre los asistentes y los animó a mantener una actitud abierta a la verdad y la humildad en todos los procesos relacionados con la protección de menores.
Reuniones con víctimas
El mensaje se conoce días después de que León XIV sostuviera una reunión de casi tres horas con quince víctimas de abusos cometidos en Bélgica por miembros del clero cuando eran menores de edad. Ese encuentro, celebrado el 8 de noviembre, estuvo marcado por un diálogo que, según fuentes vaticanas, fue directo y emocionalmente exigente, con testimonios que el pontífice escuchó de manera atenta.
A esta reunión se suma la audiencia del 20 de octubre con representantes de la Junta Global de Víctimas de Abusos (ECA), organización que agrupa a sobrevivientes de más de 30 países. En ese espacio, los asistentes trasladaron al papa sus propuestas para fortalecer los protocolos de prevención y mejorar la respuesta institucional ante denuncias.