Una joven estadounidense tuvo que vivir la pesadilla que muchas mujeres desearían nunca tener que pasar. Brenley Davis tuvo que cancelar su boda seis días antes de llevarse a cabo tras resultar con fuertes quemaduras en todo el cuerpo.
Davis explicó a varios medios de comunicación que el accidente se produjo debido a que no se percató que después de preparar unas papas fritas, la estufa había quedado encendida.
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Como una escena de una película de terror, una ráfaga de aire entró por una de las ventanas de la cocina y provocó que las llamas se hicieran muy altas, ocasionándole fuertes quemaduras a la mujer.
"Las llamas eran tan altas que me quemaban la cara, los brazos, las costillas y el pecho. Una vez que salí y tiré la olla, el fuego [sopló] de nuevo sobre mi pierna. Las llamas seguían y corrí a través de ellas. Sentí que mi cara se derritió", puntualizó.
Cuando llegaron a atender la emergencia, el grupo de profesionales de la salud explicó que Davis había sufrido quemaduras de segundo y tercer grado en diferentes partes del cuerpo, por lo que tuvo que ser ingresada a la unidad de traumatología del hospital.
"No podía alimentarme, no podía ir al baño y apenas podía andar. Justin cuidó de mí. Cumplía sus votos antes incluso de haberlos pronunciado. Tenía que hacerlo todo por mí”, recalcó.
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Con el fin de recuperar la movilidad de sus extremidades, la víctima tuvo que someterse a un injerto de piel, el drenaje de sus ampollas y, además, a extensas sesiones de fisioterapia.
A pesar de la dolorosa situación, Brenley Davis y su prometido pudieron llegar al altar en el año 2020.
"Para la gente que cocina en Navidad, es muy fácil olvidarse de que hay cosas encendidas en el fuego. A mí me pasó. Intenta no estresarte ni tener prisa. Si estás estresado, cometes errores. Investiga y ten extintores", concluyó.
Pese a que lo ocurrido se presentó hace dos años, esta joven decidió compartir su historia y así hacer un llamado a las personas para que tengan mayor precaución al momento de cocinar en casa.