Conservador Merz se convierte en canciller de Alemania en segundo intento, tras vergonzosa primera votación
Merz obtuvo el apoyo de los socialdemócratas y los verdes

El conservador Friedrich Merz fue elegido finalmente como nuevo canciller de Alemania este martes, en su segundo intento en un solo día, después de sufrir una derrota parlamentaria sin precedentes que dejó al descubierto fisuras profundas en su coalición de gobierno.
En una votación celebrada de urgencia por la tarde, Merz recibió el respaldo de 325 legisladores, superando por escaso margen los 316 votos necesarios para asumir el cargo. La confirmación llegó solo unas horas después de que fracasara en una primera votación, un hecho inédito en la historia reciente del país, donde la elección de un canciller por el Parlamento suele ser una formalidad.
"Este es un mandato para el trabajo, no para la celebración", declaró Merz tras la votación, reconociendo la tensión que marcó su jornada más crítica desde que ganó las elecciones federales el pasado febrero.
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Merz, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), formó el mes pasado una coalición de gobierno con el Partido Socialdemócrata (SPD), una alianza entre los dos bloques tradicionales del poder alemán que buscaba frenar el avance de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Aunque juntos controlan 328 escaños en el Bundestag, su margen se mostró más frágil de lo esperado cuando al menos una docena de legisladores se abstuvo o votó en contra del líder pactado.
La derrota inicial de Merz el martes por la mañana provocó un terremoto político. Fue la primera vez en la era moderna en que un canciller designado no lograba la mayoría necesaria en la primera votación. El incidente dejó en evidencia no solo la desconfianza latente entre la CDU y el SPD, sino también el efecto corrosivo de una AfD en ascenso y de una administración estadounidense cada vez más crítica del modelo centrista europeo.
"La votación dejó claro que la coalición no es unida ni coherente. Es una unión estratégica, pero no ideológica", comentó un legislador socialdemócrata bajo condición de anonimato.
Desde la Segunda Guerra Mundial, los partidos alemanes han mantenido lo que llaman un "cortafuegos" para impedir el acceso de la extrema derecha al poder. La alianza CDU-SPD surgió precisamente para evitar que la AfD —que quedó en segundo lugar en los comicios de febrero— entrara al gobierno. Sin embargo, los eventos del martes podrían marcar un punto de inflexión: la AfD ha capitalizado el revés de Merz para proyectar la imagen de un sistema quebrado.
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El siguiente paso para Merz será recibir la aprobación formal del presidente alemán, lo que allanará el camino para su investidura. No obstante, su mandato comienza bajo una sombra: la de una coalición frágil, una oposición radical y un electorado cada vez más desconfiado de los partidos tradicionales.