¿Por qué hablar de los hijos no nacidos? Esto dicen los expertos
La FM de RCN Radio habló con expertos sobre el duelo gestacional.

En Colombia, se registran cerca de 37.000 defunciones al año entre muertes fetales y neonatales, según datos del DANE.
En el mes de las madres y en pleno auge de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, un tema poco abordado, pero fundamental, ha cobrado relevancia: la maternidad invisible. Se trata de la maternidad marcada por la pérdida, en particular cuando un hijo no llega a nacer. En este contexto, El Café de RCN Radio conversó con Maite Doria, autora del libro Hablemos de nuestros hijos no nacidos.
El libro surgió a partir de la experiencia personal de Doria tras la pérdida de su hija Emma. Uno de los datos que más la impactó fue la estadística que indica que tres de cada diez embarazos no llegan a término. No obstante, lo que más la sorprendió fue el silencio que rodea estos duelos, especialmente cuando se trata de hijos no nacidos. “La sociedad niega la muerte perinatal, y durante mi proceso de duelo comprendí que ni los familiares ni la sociedad reconocen a esos hijos que están en el cielo”, afirmó Doria.
La autora enfatizó que el dolor por la pérdida de un hijo no depende del número de semanas de gestación, sino del vínculo y del deseo de ser madre. “Un hijo se sueña mucho antes de ser concebido. Nadie tiene la potestad de medir el dolor de un duelo”, aseguró. Su obra aborda este vacío emocional desde la empatía y la validación de las emociones, dos conceptos centrales que repite a lo largo de la entrevista.
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¿Qué es el duelo gestacional y por qué es distinto?
En entrevista con La FM de RCN Radio, la psicoterapeuta integrativa María Paula Niño abordó una de las experiencias más invisibilizadas socialmente: el duelo gestacional o perinatal, aquel que enfrentan madres, padres y familias tras la pérdida de un bebé durante el embarazo, el parto o poco después del nacimiento.
“La diferencia con otros tipos de duelo radica en que la pérdida no es únicamente física. Es también simbólica. Se desvanece el proyecto de familia, las expectativas, los sueños, el vínculo que ya existía desde el deseo y el anhelo”, explicó Niño. Este tipo de duelo, aunque empieza a ser reconocido en algunos sectores, aún carece del lugar que le corresponde en el discurso colectivo.

La muerte, un tabú que silencia el dolor
La psicoterapeuta señaló que la muerte perinatal confronta doblemente: “Se espera vida, y de repente llega la muerte. Una muerte no deseada, confusa y profundamente negada”. Esta negación se convierte en una estrategia para no enfrentar el dolor, y muchas veces termina aislando a quienes lo padecen.
Según Niño, “la espiritualidad puede ofrecer un marco para resignificar la pérdida y sostener el proceso emocional. Se convierte en un bálsamo para transitar el dolor, cuando permite darle sentido a lo vivido”.
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¿Se puede ser madre o padre sin cría?
Una de las preguntas más difíciles que surgen tras la pérdida es la identidad de quien gesta: ¿sigue siendo madre quien perdió a su bebé? ¿Qué significa la paternidad cuando no hay hijo que criar?
“Sí, se materna y se paterna también en el cielo”, dijo Niño. Para muchas personas, entender que el rol parental no desaparece con la muerte de la criatura puede ser transformador. “Si se logra acomodar esta experiencia como una oportunidad de transformación, la vida trae nutrición, alimento y enseñanzas”, aseguró.

Herramientas simbólicas y emocionales para sanar
Niño subrayó que no existe una fórmula única para transitar el duelo. Cada persona debe encontrar su “bastón” emocional. Puede ser el arte, el canto, la escritura, la danza, un viaje, un proyecto, un grupo de apoyo. Lo esencial es permitir que las emociones salgan del cuerpo.
“No se trata de contener el dolor, sino de darle forma, convertirlo en expresión, para que no se quede atascado en el cuerpo y se vuelva enfermedad”, indicó.
Asimismo, recomendó darle un lugar simbólico al bebé: hablar de él, nombrarlo, guardar objetos, recordar fechas. “Eso ayuda a honrar su paso fugaz por la vida y a integrar su existencia en la historia familiar”.
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¿Cómo acompañar a quien vive un duelo gestacional?
Acompañar a una persona que ha perdido a su hijo en gestación es un desafío para cualquier entorno. “No se trata de tener respuestas, sino de no minimizar el dolor, de estar presentes con el corazón abierto”, expresó la psicoterapeuta.
Algunas personas necesitarán silencio y soledad; otras, diálogo y compañía. Lo importante, según Niño, es leer con atención lo que el otro necesita sin juzgar ni imponer ideas sobre cómo debería vivir su proceso.

Soltar el tabú para dar lugar a las vidas fugaces
En palabras de María Paula Niño, es hora de abrir el espacio público, social y familiar para hablar de los hijos no nacidos. “Cada alma tiene una historia y viene a vivir lo que le corresponde. Si no nos apegamos a lo que debería ser, podremos acompañar esa historia tal y como fue”.
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Reconocer estas pérdidas como parte del ciclo vital y no como una anomalía puede ser un paso hacia una cultura más empática y consciente. “Es tiempo de soltar el tabú. De nombrar. De recordar. De permitir que el duelo se convierta también en amor”, concluyó.