El matrimonio pierde fuerza entre los jóvenes colombianos: el 60% ya no lo considera una prioridad, según un estudio
Las nuevas generaciones apuestan por vínculos afectivos más libres y cuestionan el matrimonio como institución central en sus vidas.

Un estudio universitario hecho en Colombia reveló que el matrimonio ha perdido protagonismo entre las nuevas generaciones en el país. El análisis evidenció que seis de cada diez jóvenes ya no consideran casarse como una meta esencial en su vida.
De acuerdo con el análisis, solo tres de cada diez personas lo mantienen como parte de sus planes, mientras que apenas un 9% ya está casado.
Según el sociólogo Luis Barragán, de la universidad Manuela Beltrán, el fenómeno responde a transformaciones profundas en los proyectos de vida de los jóvenes.
“En las últimas décadas, el matrimonio ha dejado de ocupar un papel central en los proyectos de vida de las juventudes colombianas”.
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El especialista señaló que lo que antes era visto como un paso obligado hacia la adultez, ahora es reemplazado por nuevas formas de convivencia y organización afectiva.
Amor sí, pero sin contrato
Los resultados del estudio destacan que pese al alejamiento del matrimonio, el amor sigue presente. El 65% de los jóvenes manifiesta su deseo de tener una relación estable, aunque sin recurrir necesariamente al matrimonio.
En cambio, una de cada cuatro personas prefiere las “situationships”, relaciones sin etiquetas ni compromisos formales. Además, un 9% se declara satisfecho con la soltería como opción de vida actual.
La encuesta también precisó que el matrimonio como tradición está siendo cuestionado. Mientras un 47,8% aún lo considera necesario para formar familia, un 43% lo percibe como una costumbre del pasado y un 9% lo califica como una pérdida de tiempo y dinero.
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Barragán indicó que “desde un punto de vista histórico, en Colombia el matrimonio estuvo estrechamente vinculado a la influencia de la Iglesia católica y al control patriarcal sobre las mujeres”.
Educación y autonomía como prioridad
Los resultados también reflejan un giro en las prioridades juveniles. Hoy, el enfoque está en la educación superior, la vida social y la independencia económica. “Se han dado cambios en los proyectos de vida de los jóvenes”, señaló el experto, al tiempo que agregó que esas metas se anteponen a la idea de casarse.
El giro es particularmente notorio entre las mujeres. “Las mujeres han comenzado a cuestionar el matrimonio como una institución vinculada a la subordinación, exigiendo relaciones igualitarias y justas”, afirmó.
También se evidencia un cambio en la percepción de la soltería. Actualmente, dos de cada tres jóvenes aseguran no preocuparse por no tener pareja y solo un 35% admite cierta incomodidad, aunque sin considerarlo un fracaso.