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¿Cómo detectar obesidad en niños? Estas señales tempranas alertan sobre el riesgo

La Unicef alertó solo el aumento de la obesidad en menores de edad, superando la desnutrición.

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Actualizado:
Sábado, Septiembre 13, 2025 - 15:01
Obesidad en niños
La obesidad en niños entre 5 y 19 años está en aumento en el mundo, superando la desnutrición.
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La obesidad es una enfermedad que se ha incrementado en los últimos años entre niños y adolescentes, hasta convertirse en la principal forma de malnutrición en menores de 5 a 19 años a nivel mundial en 2025, según advirtió UNICEF en los últimos días.

"Hoy, cuando hablamos de malnutrición, ya no nos referimos únicamente a niños con bajo peso", señaló Catherine Russell, directora general de la agencia de la ONU. "La obesidad es un problema creciente que puede repercutir en la salud y el desarrollo infantil", agregó.

El sobrepeso aumentó entre 2000 y 2022. En ese periodo, el número de jóvenes de 5 a 19 años afectados por esta condición se duplicó: pasó de 194 millones a 391 millones.

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La pediatra endocrinóloga Camila Céspedes, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana y especialista del Hospital San Ignacio, habló en La FM sobre el aumento de la obesidad infantil y los riesgos que esta condición representa para la salud de los menores. 

Sobrepeso en menores de edad
La obesidad infantil se ha convertido en la principal forma de malnutrición en menores de 5 a 19 años a nivel mundial en 2025, advierte UNICEF.
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¿Por qué la obesidad infantil representa un riesgo para la salud?

La especialista explicó que la obesidad debe entenderse como una enfermedad. “La obesidad es una enfermedad que tiene implicaciones en muchísimos órganos y funciones del organismo”, señaló. Según advirtió, los problemas asociados a esta condición se presentan desde la infancia: “Los niños gorditos no son niños saludables, sino que todas las complicaciones empiezan desde la infancia y se presentan más temprano”.

En ese sentido, Céspedes resaltó la importancia de actuar de manera temprana. “La infancia y la adolescencia son momentos no únicamente para tratar obesidad, sino para prevenir obesidad”, afirmó. Agregó que un menor con exceso de peso tiene altas probabilidades de convertirse en un adulto con obesidad, lo que dificulta aún más el control.

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Frente a la percepción social que suele considerar a un niño con sobrepeso como sano, la médica fue clara: “Un niño gordito no está sano”. Explicó que el seguimiento adecuado se realiza a través de curvas de crecimiento y peso, con las que se determina si se trata de un niño grande para su edad o si está en condición de sobrepeso u obesidad.

La especialista subrayó que el objetivo no es que los niños pierdan kilos de manera estricta, sino controlar el peso en relación con la estatura. “Ellos siguen creciendo y se va normalizando la relación peso-estatura”, precisó.

Hábitos saludables familiares
La pediatra Camila Céspedes alerta sobre los riesgos para la salud de los niños.
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¿Cómo identificar y prevenir el sobrepeso en los menores?

La pediatra indicó que los efectos no son solo físicos, sino también emocionales y sociales. “Los molestan, se burlan, y además está el manejo familiar de los hábitos de alimentación”. Para enfrentar esta situación, insistió en que la familia debe asumir un rol activo: “Esto no lo logra un niño solo, sino una familia que ajusta hábitos de alimentación y de consumo”.

Céspedes señaló que el cambio debe centrarse en el ejemplo más que en la prohibición. “No en la señalización ni en la prohibición, sino en el ejemplo, en los hábitos de toda la familia y de todo el ambiente”. Además, consideró que las celebraciones escolares o familiares, con predominio de dulces y bebidas azucaradas, son un reto para instaurar costumbres más saludables.

Sobre la alimentación, advirtió que los hábitos deben establecerse desde los primeros meses de vida. “Un momento crítico para educar el gusto es la introducción de la complementaria desde los seis meses. Usted no puede pretender que un niño que nunca ha probado verduras o frutas a los siete años empiece a comerlas de la nada”.

Respecto al peso ideal, la endocrinóloga explicó que este se ajusta más a la estatura que a la edad. “Si un niño de siete años mide lo que mide uno de ocho y medio, su peso debe ajustarse a esa estatura”. Añadió que el seguimiento debe hacerse con las curvas de crecimiento para identificar cambios de tendencia. “Uno nunca se acuesta flaco y se despierta gordo. La primera alarma es cuando el seguimiento muestra que el niño empieza a saltar carriles hacia arriba”.

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La especialista también se refirió al impacto del sedentarismo y el uso de pantallas. “En muchos colegios, a medida que van creciendo, el tiempo de educación física se limita a 45 minutos a la semana, incluso menos”. Recordó que la Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de tres horas semanales de actividad física para esas edades. “La actividad física no necesariamente implica ir a un gimnasio, es moverse: caminar, saltar lazo, subir escaleras”.

Finalmente, Céspedes dejó un mensaje a los padres: “Los hábitos saludables de vida son un propósito familiar en el cual debemos acompañar a nuestros hijos. Es parte de un trabajo de equipo”. Sobre la motivación, concluyó: “La actividad física es el mejor antidepresivo”.

Fuente:
Sistema Integrado Digital