El cometa 3I/ATLAS fue detectado el 1 de julio de 2025 por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) en Chile, con apoyo de la NASA. Se trata del tercer objeto interestelar identificado en la historia, después de ʻOumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019).
Las observaciones iniciales indicaron una trayectoria hiperbólica, lo que confirma que el objeto proviene de fuera de nuestro sistema solar. Según los registros astronómicos, el 3I/ATLAS se desplaza a unos 221.000 kilómetros por hora y su velocidad aumenta conforme se acerca al Sol.

Punto más cercano al Sol y observación desde Colombia
El perihelio del cometa, o punto más cercano al Sol, ocurre el 29 de octubre de 2025 a las 11:33 UTC, lo que equivale a las 6:33 de la mañana en Colombia. En ese momento, el 3I/ATLAS se encontrará a 1,36 unidades astronómicas del Sol, unos 203 millones de kilómetros de distancia.
Sin embargo, durante el perihelio el cometa estará demasiado cerca del Sol en el cielo y no será visible para los observadores desde la Tierra. Los astrónomos señalan que volverá a ser observable a partir del 3 de noviembre de 2025, cuando reaparezca al amanecer, desplazándose por las constelaciones Virgo y Leo.
Para los aficionados en Colombia, el mejor momento para intentar observarlo será entre el 3 y el 10 de noviembre, entre las 4:30 y 5:30 de la mañana, mirando hacia el horizonte este en cielos despejados. Debido a su bajo brillo, se recomienda el uso de telescopios con una apertura mínima de 7,6 centímetros y observar desde lugares con baja contaminación lumínica.
Qué se sabe del cometa 3I/ATLAS
El 3I/ATLAS presenta una coma y una cola visibles, lo que confirma su naturaleza de cometa y no de asteroide. Su núcleo contiene hielo y polvo, y su brillo verdoso se debe al gas cianógeno y carbono diatómico que emite al interactuar con la radiación solar.
A pesar de su origen interestelar, no representa peligro alguno para la Tierra: su distancia mínima será de 1,8 unidades astronómicas, es decir, unos 270 millones de kilómetros. Se espera que el cometa permanezca visible para los telescopios terrestres hasta noviembre de 2025, reapareciendo brevemente en diciembre antes de alejarse del sistema solar rumbo a la constelación de Géminis.
Teorías y observaciones científicas
El físico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, ha planteado la posibilidad de que el objeto sea una nave interestelar, teoría que generó debate. Según Loeb, el momento del perihelio podría ser clave para detectar maniobras artificiales. Sin embargo, la NASA y otros centros astronómicos mantienen la conclusión de que 3I/ATLAS es un cometa natural con comportamiento típico.
La comunidad científica continúa observando el fenómeno desde observatorios en Chile, México y Estados Unidos. En marzo de 2026, el cometa pasará cerca de Júpiter, donde la sonda Juno podría captarlo en imágenes antes de que abandone definitivamente el sistema solar.
Tras su paso, el cometa ofrecerá información relevante sobre la formación de sistemas estelares y la materia primigenia del universo. Los astrónomos esperan que el telescopio Vera C. Rubin, en operación a finales de 2025, permita detectar nuevos objetos interestelares similares.