El más reciente Barómetro de Riesgos de Allianz reveló un panorama que preocupa por igual a pequeñas, medianas y grandes compañías: los ciberataques se consolidaron, por cuarto año consecutivo, como la principal amenaza empresarial en Latinoamérica y Colombia.
El informe, basado en una encuesta global realizada en más de cien territorios a miles de especialistas en seguros y gestión de riesgos, destaca que la creciente sofisticación de los delincuentes digitales mantiene en alerta a las empresas.
Riesgo Cibernético
De acuerdo con Esteban Delgado, managing director de Allianz Commercial en Colombia, el riesgo cibernético volvió a ocupar el primer puesto en el ranking de amenazas, impulsado por el aumento de ataques dirigidos a sectores que tradicionalmente no eran el foco principal de los ciberdelincuentes.
“En este momento vemos también en el reporte que el sector de minoristas es un objetivo para los ciberdelincuentes. En el pasado veíamos sector salud, sector educación que siguen siendo atacados, pero hoy en día el sector, digamos, de los minoristas está siendo un objetivo de los ciberdelincuentes”, aseguró.
Principal blanco de ataques
Este segmento, detalló Delgado, agrupa a supermercados, cadenas de retail y compañías con altos volúmenes de datos personales y múltiples proveedores, características que las vuelven vulnerables a pérdidas económicas significativas en caso de interrupción de sus operaciones.
En ese punto, las pólizas de ciberseguridad juegan un papel fundamental. Según Delgado, hoy día son clave las coberturas que van desde responsabilidad civil por fuga de datos hasta protección frente a pérdidas propias derivadas de la suspensión de servicios, recuperación de información, análisis forense y gastos operativos.
Tiempo de respuesta
“Las primeras veinticuatro horas son críticas, de hecho, el cuarenta por ciento de las compañías que sufren ataques cibernéticos exitosos no son capaces de recuperar sus operaciones críticas dentro de las primeras veinticuatro horas”, explicó.
También incluyen aspectos más específicos como la extorsión cibernética, un delito en crecimiento.
De hecho, el 40% de las empresas que sufren un ataque exitoso no logran restablecer sus operaciones esenciales dentro de ese periodo, lo que amplifica el impacto financiero.
La ciberseguridad ya no es un tema exclusivo de grandes corporaciones: es una prioridad transversal para toda la economía. Y, según el barómetro, seguirá siendo el riesgo número uno en la región.