Colombia termina el año en curso con un avance significativo en su transición energética. El país cuadruplicó en cinco años su capacidad instalada en fuentes no convencionales de energías renovables, al pasar de menos de 50 MW en 2020 a más de 250 MW en operación este año.
La tendencia proyecta un crecimiento del 400 % en capacidad solar y eólica hacia 2030, lo que abre espacio para nuevos empleos verdes y mayores oportunidades tecnológicas.
Según la UPME, el 66 % de la matriz energética sigue siendo hídrica, una fuente vulnerable a las variaciones climáticas, lo que mantiene la urgencia de diversificar con alternativas más estables.
En este escenario, Colombia figura entre los países emergentes con mayor impulso a la transición energética. El Bloomberg NEF Climatescope 2024 ubicó al país en el cuarto lugar mundial, con un puntaje de 2,41 sobre 5, por encima del promedio regional en políticas de energía limpia.
El estudio prevé que para 2025 las energías renovables no convencionales representen cerca del 12 % de la capacidad instalada, frente al 10 % estimado para 2024. Este avance se atribuye a políticas públicas recientes, mayor inversión privada y la participación de compañías locales que impulsan tecnologías limpias.
Edwin Hernández, CEO de Ecoled, afirmó que “apostarle a esta transformación energética no solo representa una respuesta a la crisis climática global, sino una oportunidad económica tangible”.
Señaló que por cada megavatio instalado en energías renovables se generan entre 5 y 7 empleos directos, lo que fortalece el empleo formal en regiones apartadas. Agregó que la transición “contribuye a una reducción progresiva de los costos energéticos, mejora la calidad del aire y fortalece la salud pública”.
Ecoled, empresa colombiana reconocida por sus proyectos de eficiencia eléctrica y energía renovable, ha tenido presencia destacada en escenarios internacionales. Hernández indicó que “Colombia tiene todo para liderar la transición energética en América Latina: recursos naturales, talento técnico y empresas comprometidas con la innovación sostenible”.
También comentó que la transición es una oportunidad para que el país avance hacia un crecimiento más limpio y competitivo.
Datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA) muestran que en 2021 las energías renovables representaron el 25 % del suministro energético total del país y el 29 % del consumo final. La dependencia del 75 % en generación hidráulica refuerza la necesidad de ampliar la participación de fuentes como la solar y la eólica.
Para Ecoled, los modelos de financiamiento flexibles y la adaptación de soluciones a distintos contextos han permitido demostrar que la transición energética es viable y con retorno de inversión. La empresa sostiene que hoy comunidades, empresas y hogares pueden acceder a tecnologías limpias de forma segura.
Entre los beneficios señalados por el sector están la reducción de costos energéticos a mediano y largo plazo, mayor independencia de los combustibles fósiles, generación de empleo formal y mejoras en salud pública y calidad del aire.
Con estos avances, Colombia se proyecta hacia un modelo energético más eficiente y orientado a reducir su dependencia de fuentes tradicionales, consolidando su posición entre los líderes regionales en sostenibilidad.