Se siguen conociendo voces a favor y en contra del aumento del salario mínimo para el 2026 que fijó el presidente Gustavo Petro y que se fijó en $2.000.000, incluido el auxilio de transporte.
¿Qué opinan en las calles frente al aumento del mínimo?
William Hoyos, administrador de una panadería en la Comuna 16 Belén en Medellín, aseguró que los empleados que devengan un salario mínimo reciben con alegría esta noticia. Sin embargo, aseguró que este aumento impactará el bolsillo de los consumidores, quienes deberán asumir un costo más alto de los productos.
Sandra Milena Nora, empleada hace 10 años en una empresa de manufactura de la ciudad, manifestó que la noticia es muy buena para las personas que viven de un salario mínimo, pero agregó que el anuncio genera temor por un posible recorte de empleados.
“Nosotros somos cinco empleados y no sabemos qué decisión vayan a tomar los jefes”, puntualizó.
Por su parte, Duvan Vélez, quien hace parte del Sindicato Nacional de Trabajadores del sector Agroalimentario, precisó que este incremento dignifica a las personas que reciben un salario mínimo.
Entre tanto, la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) expresó su preocupación frente a este decreto, al considerar que esta decisión tendrá impactos significativos sobre el empleo formal, la sostenibilidad empresarial y la formalización laboral, especialmente en las MiPymes.
“El incremento decretado, sustentado en el concepto de “salario vital” y en una interpretación discrecional de las variables económicas, genera profundas preocupaciones por sus nefastas consecuencias sobre la sostenibilidad de las empresas, especialmente de las micro, pequeñas y medianas, que representan más del 90 % del tejido empresarial del país y son las mayores generadoras de empleo formal”, aseguraron en un comunicado.
La asociación concluyó que dicho aumento no guarda coherencia con la productividad real de la economía, la capacidad de pago de las empresas ni la frágil situación financiera que enfrentan miles de empresarios, y tendrá como efectos directos el encarecimiento de los costos laborales, la destrucción de empleo formal, el aumento de la informalidad y un impacto negativo sobre la estabilidad económica nacional.