Cinco claves efectivas para vender su casa rápido y obtener un mejor precio
Vender un inmueble en Colombia puede tardar entre 4 y 12 meses; expertos recomiendan estrategia, documentos en regla y promoción efectiva.

Vender un inmueble en Colombia puede resultar un proceso complicado por factores como la documentación, el precio y la promoción. Varios portales señalan que vender una propiedad puede tomar entre 4 y 12 meses, según factores como precio, ubicación, antigüedad y otros.
No obstante, un informe de la Superintendencia Financiera indica que la vivienda usada aún concentra más del 30% del mercado hipotecario, gracias a su accesibilidad y atractivo para inversionistas y familias. En este contexto dinámico y competitivo, concretar una venta exitosa demanda más que suerte: requiere estrategia, conocimiento y una ejecución cuidadosa de cada etapa del proceso.
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José Daniel Ríos Hakspiel, director de operaciones y automatización de la Inmobiliaria Esteban Ríos, advierte que vender no se trata simplemente de llegar a un acuerdo sobre el precio.
“Hay múltiples criterios legales, financieros y operativos que deben tenerse en cuenta y, si se desconocen, pueden surgir dudas, errores o inconvenientes que incluso lleven al incumplimiento del negocio o al desistimiento por alguna de las partes”, dijo el experto.
Por eso quiso compartir cinco recomendaciones clave que todo propietario debe considerar para lograr una venta más rápida, eficiente y sin poner en riesgo su tiempo ni su dinero.

Cinco claves efectivas para vender su casa rápido y obtener un mejor precio
Fijar un precio realista: Uno de los errores más comunes de los propietarios es asignar un valor sentimental a la vivienda. “Para vender bien, es necesario un análisis comparativo de mercado que permita establecer un precio competitivo y con margen de negociación”, señala el experto.
Un avalúo técnico es clave para atraer compradores reales y evitar que el inmueble permanezca meses sin interés. Según Metrocuadrado, el 33% de las propiedades ofertadas en Colombia tienen más de 20 años de antigüedad, lo que obliga a ajustar el precio frente a viviendas nuevas o remodeladas. En un mercado cada vez más informado, el valor debe reflejar el estado, la ubicación y las condiciones del inmueble.
Papeles al día: Una compraventa no se concreta sin la documentación en regla: certificado de tradición y libertad, escritura pública, impuesto predial, paz y salvo de administración (si aplica), recibos de servicios públicos y certificados catastrales.
“Con frecuencia los vendedores descubren limitaciones legales, afectaciones de vivienda familiar o hipotecas inscritas justo antes de firmar, incluso después de recibir arras. Ese desconocimiento puede frustrar la negociación”, advierte Ríos Hakspiel.

Presentación y promoción: En un mercado competitivo, la primera impresión cuenta. Cuidar la presentación —desde fotografías y videos hasta la descripción— es fundamental para captar al comprador desde el primer clic.
Datos de Rubyhome muestran que las propiedades con fotos profesionales se venden hasta un 32% más rápido y reciben un 61% más de visitas. Invertir en imágenes y videos de calidad puede marcar la diferencia entre cerrar o no una venta.
Estrategia comercial multicanal: Publicar y esperar llamadas ya no funciona. Vender rápido requiere una estrategia activa: seguimiento constante a interesados, alianzas con inmobiliarias que aporten clientes potenciales y uso inteligente de herramientas digitales como campañas pagadas en redes sociales, presencia destacada en portales y contenido de valor para atraer la atención.
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Acompañamiento experto: Desde la fijación del precio hasta la firma en notaría, contar con asesoría profesional es determinante. No solo aumenta la visibilidad, sino que previene errores como asumir que el valor de venta es el ingreso neto, sin contemplar costos como retención en la fuente, certificaciones, comisiones o gastos de escrituración.