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Nicole Regnier volvió para quedarse

La caleña tendrá la Liga Femenina colombiana como su próximo destino.

Actualizado:
Viernes, Noviembre 13, 2020 - 09:08
Nicole Regnier
Colprensa
Nicole Regnier, futbolista colombiana.

Esta nota fue realizada por estudiantes del programa de Comunicación Social de la Universidad de La Sábana. Colaboración de María Fernanda Pacheco Méndez (Universidad de la Sabana)

Transcurría el 2019, Nicole Regnier se dirigió a un cajero electrónico y solo encontró en su cuenta bancaria 17.000 pesos . Sentía que estaba perdida en la vida. Se había retirado del fútbol hacía unos 7 meses. Se decía a sí misma: “Dios mío, eché a la basura 24 años de mi vida. Ahora a qué me dedicaré; lo único que sé hacer es jugar fútbol”. Fue en ese momento en el que llegó Exatlón Estados Unidos, un reality show de competencias deportivas, como un salvavidas que Dios le estaba poniendo en su camino. Era una oportunidad que la llevaría a replantearse muchas cosas en su vida y, por qué no, reencontrarse con su pasión.

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19 de agosto del 2020, el reloj marcaba las 7:16 p.m. Aquella carismática caleña alta, esbelta y de piel blanca, levemente bronceada, estaba sentada sobre un mueble de la sala de su apartamento en Bogotá y contaba con la compañía de su perrito, Figo. Su cabellera rubia caía a los costados de la cara. Tenía una gorra blanca Adidas y una chaqueta fucsia de la misma marca, la cual resaltaba su piel. No era para menos, Regnier había sido nombrada unos días atrás Atleta Adidas. Relataba cada momento de su carrera con emoción y sentimiento.

Yo creo que una de las emociones más lindas que he vivido en el fútbol ha sido ese debut—sonrió.— Lo más lindo como deportista es representar al país. 

Se refería al Campeonato Sudamericano Femenino Sub-17 del 2012, cuando debutó con la Selección Colombia Femenina y marcó el gol del triunfo frente a Venezuela. Entró 7 minutos antes de que finalizara el partido y la magia ocurrió en el minuto 90+2 . Su compañera Leicy Santos le filtró un pase y Nicole lo recibió para hacer una diagonal hacia adentro que pasó por entre la mitad de las piernas de la arquera y...¡Gol de Nicole Regnier!

A ese momento importante de su carrera, se le suma un sueño que nació en una casita ubicada en el barrio Calima, situado en la sucursal del cielo y la capital de la salsa, la ciudad de Cali. Nicole y su padre, Erick Regnier, veían la versión de los Juegos Olímpicos de aquel entonces. Fue en ese momento donde hicieron la promesa de que si algún día tenían la oportunidad de ir a participar, se tatuarían los aros olímpicos. “Él es el que me contó esa historia, obviamente yo era muy niña”, mencionó Regnier.

Dicho y hecho, unos años después, fue una de las 18 jugadoras en hacer parte del plantel para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en el 2016. “Ese día fui con mi papá a tatuarme. Estábamos en Cali. Él lo tiene en el brazo y yo acá”—acercó su antebrazo a la cámara para mostrar su tatuaje— “Le estaba cumpliendo un sueño a mi yo chiquita”.

Con los Olímpicos también llegó una gran oportunidad en su vida, jugar en el Atlético de Madrid. Eligió su sueño por encima del que tenía su padre de verla estudiar en una universidad de la Florida, lo que significaba dejar de contar con apoyo económico. “Era enfrentar a mis papás y decirles: gracias por todo, pero hasta aquí llego y ahora me voy a cumplir mi sueño. Lo que vino de ahí en adelante fue más duro que la decisión, porque hubo condiciones difíciles en España”, subrayó.

—Fue una emoción increíble. Fue espectacular porque lo que siempre le he dicho, los sueños de ella son los míos— así sintió Jimena Palacio, madre de Nicole, la oportunidad que el Atlético de Madrid le ofreció a su hija.

Jimena asegura que ya estaba resignada desde que Nicole escogió el camino del fútbol, una pasión que fue saliendo a la luz desde pequeña. —En una fiesta de cumpleaños, cuando ella tenía como tres años, llamaron porque ya iban a romper la piñata. Nicole estaba pateando un balón y nunca fue a la piñata— agregó. Desde los 15 años Regnier se fue de la casa, factor que le ayudó a Jimena a que, poco a poco, se acostumbrara a la ausencia de su hija.

Estar en el Atlético de Madrid no era sinónimo de estar ganando mucho dinero, como cualquier persona podría imaginar. Así lo había manifestado Nicole, unos días atrás, en entrevista con la periodista Paula Pimineto, tras asegurar que inició ganando 800 €, unos 300.000 pesos en el 2014.

Paula Pimiento enfatizó que, en ese entonces, Nicole estaba en la escalada de seguir creciendo como futbolista y su sueldo no era un tema de desigualdad. “Cuando llegas como un jugador no estrella tampoco es que te paguen la millonada; entras como jugador base, tienes que arrancar con un sueldo base. Yo pienso que en el fútbol existen desigualdades para hombres y para mujeres, aquí o allá. Si comparas a una Marta Viera, la jugadora de Brasil, con Neymar, sí hay diferencias. Tristemente el fútbol femenino así esté “apoyado ” en unos países, la cantidad que se invierte es baja. Se tiene la creencia de que las mujeres hacen menos en la cancha”.

Nicole Regnier
Colprensa
Nicole Regnier, futbolista colombiana.

La jugadora ha enfrentado varios momentos que la han formado como persona. La lesión de tibia y tobillo fue uno de esos que estuvo a punto de costarle su primera Liga Profesional Femenina con el América de Cali en el 2017, en un partido de preparación frente al club de fútbol colombiano, Cortuluá.

Yo estaba en el estadio. Ella me mandó la foto y tenía ese hueso vuelto nada—mencionó Jimena— La recuperación la hizo en mi casa y no paraba de hacer terapias; es una persona muy determinada. Decía “yo sí puedo, yo sí puedo” y el poder de la mente más la acción, puede cambiar cualquier resultado. 

Una lesión llega cuando tiene que llegar. Cuando crees que sos invencible  llega Dios y pam, te da un cocacho (golpe) en la cabeza para que te acordés que no sos vos y que no te podés creer más que nadie”, dijo Nicole con un marcado acento caleño. En ese momento, valoró a su familia más que nunca. “Cuando no podés competir, es como si no valieras nada, o sea, tus amigos se olvidan…” —hizo una pausa. La razón, su perrito Figo— “¡Figo, no más!. Perdón, un accidente’’— dijo entre risas. 

La madre de la jugadora, Jimena Palacio, también vio ese momento como una oportunidad para que Nicole comprendiera que a veces las cosas no suceden como se habían planeado. “Yo pienso que eso la hizo más sensible a la voz de Dios’’, agregó.

Logró recuperarse antes del tiempo estimado, dejando a un lado cualquier pronóstico médico, no solo gracias a su disciplina, sino también a las habilidades que tiene como jugadora. “Es super ágil y se mete entre jugadores. Tiene mucha fuerza y potencia en las piernas. Además, es disciplinada con la alimentación; su rutina es vigilada por nutricionistas’’, mencionó la periodista Paula Pimiento.

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En el 2019, Exatlón Estados Unidos le cambió la forma de ver todo.  Allí pasó cuatro meses sin shampoo, sin desodorante y el mismo tenedor con el que comía, era el que utilizaba para peinarse el cabello. Asegura que fue una oportunidad para conocerse a sí misma y a Dios.

—Tomé la decisión de ir... —soltó una risita— porque la verdad estaba muy perdida en la vida. Llevaba viviendo de ahorros un buen tiempo. Me había retirado del fútbol y me hacía falta competir. Entonces ahí fue cuando dije que si Dios me estaba poniendo ese salvavidas, era por algo.

Nicole perteneció al equipo rojo, donde conoció a los futbolistas Fernando Medina, apodado ‘el venado Medina’, y Norma Palafox, a quienes consideraba como sus hermanos. Se hacían llamar el ‘Team Fut’ y eran inseparables. Todas las noches, mientras el resto del equipo dormía, salían fuera de la cabaña para hablar de una pasión que tenían en común, el fútbol. 

A los tres meses de la misma rutina, en una de aquellas charlas nocturnas, Nicole cuestionó su regreso a las canchas. “Les pregunté que si todavía podría jugar y ellos me dijeron que sí... que obvio. Ahí fue cuando dije: vamos a ver qué pasa cuando salga’’.

Cuando salió asegura que se volvió a encontrar con su pasión e inmediatamente tomó la decisión de volver al fútbol; efectivamente, lo había extrañado. Decidió dejar atrás lo que la había alejado de las canchas, ¿la razón? un tema que asegura no le gusta tocar.

Tenía entrenadores que, la verdad, eran muy inapropiados con sus comentarios vulgares; se pasaban de la raya. Decidí retirarme porque ya no aguantaba más que no simplemente me vieran como una jugadora, sino que me tiraran los perros (o le coquetearan). 

Pero Nicole Regnier es más que físico. La periodista Paula Pimiento se refirió al respecto: “Ella no se conforma con que le digan que tiene buen cuerpo o con que le digan que es bonita; ella se exige para ser mejor cada día. No es Messi ni Cristiano, pero juega bien. No cualquiera juega en la Selección Colombia. No cualquiera puede hacer dos pases gol con una lesión (se refería a la lesión de tibia de la jugadora)”.

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En pleno 2020, vale la pena resaltar que la jugadora no ha dejado a un lado uno de sus partidos más importantes, ser embajadora de UNICEF. También ha sido muy dedicada con sus clases de periodismo para cumplir una de sus metas cuando se retire definitivamente del fútbol, ser comentarista. Pero, sobre todo, actualmente comparte un poco de sus entrenamientos en Instagram y Twitter al ritmo de uno de sus géneros favoritos, la salsa. Porque sí, es un hecho, Nicole Regnier vuelve al fútbol y su próximo destino será la Liga Femenina de Colombia.

Estamos trabajando junto al nuevo presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, para que el torneo sea sostenible y que podamos tener una Liga como se la merece el fútbol femenino en este país— dijo Nicole.

Jimena, madre de Nicole, habló acerca del regreso de su hija a la cancha este año: “La siento muy feliz y eso es lo más importante. La verdad, soy honesta, yo no tenía muchas ganas de que volviera al fútbol. Sobre todo porque la Liga aquí en Colombia es un poco desorganizada, pero siempre con la esperanza de que vaya a mejorar. Ahorita está en un equipo en el que se siente muy cómoda”. 

El equipo en el que va a jugar Nicole era una incógnita que todos sus seguidores esperaban que la jugadora resolviera. Incluso la periodista Paula Pimiento, mientras soltaba una que otra risa, lanzó su pronóstico: “En Bogotá tenemos tres equipos; están Equidad, Santa Fe y Millonarios. A mí me pone a pensar, pero yo creería que es Equidad. No sé, igual las probabilidades están abiertas a las tres”. 

Sin embargo, un día después, el 28 de agosto del 2020, la entrenadora del Club Deportivo La Equidad, Sandra Salamanca, confirmó en una entrevista que le hicieron en Win Sports, canal deportivo colombiano, que Nicole Regnier sería parte de ese equipo.

Sin embargo, algo que sí estaba confirmado desde un inicio es que Regnier no piensa dejar morir el sueño de esa niña que nació en Cali un 28 de febrero de 1995. La que a los 6 años se mudó a Italia con su madre y descubrió su pasión por el fútbol. La misma que a los 13 años años entró al C.D. Atlas, su primer equipo femenino, con ganas de llegar a lo más alto de la cima. La niña que tenía como ídolo a Filippo Inzaghi, exfutbolista italiano, y de la mujer que hoy tiene como ídolo al 10 del Barcelona, Lionel Messi.

Siempre vi una niña con una pasión totalmente diferente al resto de compañeritas. Captaba mucho la técnica, sobre todo el juego aéreo. Respiraba fútbol, vivía fútbol y amaba fútbol — mencionó la futbolista Carolina Pineda, fundadora y entrenadora del Club Deportivo Atlas, ubicado en Cali, Colombia.

No solo lo dice Carolina, la misma Nicole reconoce que la disciplina es una de sus virtudes. Sin embargo, también coinciden en uno de los defectos que la jugadora ha identificado en sí misma, el afán. “A veces pienso tanto en la meta que se me olvida disfrutar el camino’’, lamentó Regnier.

 —Siempre quiere más y más y, en cierta forma, eso se ha convertido en dificultad. Muchas veces más no termina siendo lo mejor —advirtió Carolina.

En el vocabulario de Nicole no existe la palabra fracaso, pues esos momentos en los que no todo ha salido bien, los ve como una oportunidad para no volver a cometer los mismos errores. Entregarse al fútbol significó olvidarse de la vida normal que puede tener un adolescente, pero hoy no se arrepiente de nada. “Yo sabía que tenía el objetivo claro’’, mencionó Regnier. Y lo sigue teniendo claro hasta el día de hoy. Está dispuesta a volver a ponerse los guayos para hacer magia con sus pies en la Liga Profesional de Fútbol en su categoría femenina en Colombia.

Fuente:
María Fernanda Pacheco Méndez (Universidad de la Sabana)