Andrea Guerrero, presidenta de Win Sports, expuso en entrevista con La FM los hechos ocurridos durante una final de la copa BetPlay en un estadio del país, donde, según relató, se presentaron agresiones contra personal técnico, daños a equipos de transmisión y situaciones de riesgo para asistentes, incluidos niños, lo que dejó consecuencias emocionales y económicas para la empresa y sus trabajadores.
Guerrero explicó que la producción del canal contaba con 23 cámaras, dos unidades móviles, un sistema fly away, camión técnico y planta eléctrica, elementos que fueron atacados durante los disturbios. “Atacaron nuestras dos unidades móviles”, afirmó, al señalar que también hubo agresiones al personal y que varios integrantes terminaron escondidos en camerinos para protegerse.
Según su relato, entre los invitados había clientes que estaban conociendo el fútbol colombiano, incluido un padre con su hija de diez años. La presidenta del canal indicó que la empresa ha promovido la idea del estadio como espacio seguro, pero sostuvo que en finales de copa esa condición no se ha cumplido. “Ya se está volviendo una costumbre”, dijo, al referirse a episodios parecidos ocurridos el año anterior.
Guerrero señaló que quienes agreden en los estadios no pueden ser considerados hinchas. “Son delincuentes”, afirmó, al insistir en que las sanciones actuales, centradas en cerrar tribunas, no solucionan el problema. Explicó que, sin medidas individuales, las personas sancionadas se trasladan a otras zonas del estadio y continúan ingresando a los escenarios deportivos.
¿Cómo afecta la violencia en los estadios al fútbol colombiano?
Guerrero indicó que el impacto de estos hechos alcanza al fútbol colombiano, a los medios de comunicación y a las ciudades. Señaló que, ante la falta de control, se naturaliza la agresión y se depende del estado de ánimo de quienes asisten. Relató que en el caso mencionado hubo intentos de proteger a los jugadores ante ataques que calificó como “brutales”, en medio de frustración por el resultado deportivo.
También afirmó que limitar el problema a la Dimayor es un error, pues la situación trasciende al espectáculo deportivo. Indicó que, cuando se prohíbe el ingreso de camisetas o se restringe la presencia de hinchadas, la violencia no desaparece, sino que se desplaza a barrios y alrededores de los estadios, convirtiéndose en un asunto de orden público.
¿Qué propone Andrea Guerrero para erradicar la violencia en los estadios?
La presidenta de Win Sports planteó que la solución pasa por la individualización de los responsables, lo cual requiere cooperación entre autoridades, empresas privadas y el sector del fútbol. Reconoció que en Colombia no existe aún la tecnología necesaria, como sistemas de cámaras y reconocimiento facial, para identificar a quienes cometen actos violentos.
Guerrero sostuvo que se necesita una inversión conjunta y un proyecto de ley que permita aplicar sanciones efectivas, con castigos y judicialización. “Inversión”, respondió al ser consultada por una propuesta concreta, al insistir en que el problema no puede seguir tratándose solo desde el fútbol, sino como una política pública que involucre a todas las instancias afectadas en todo el país