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Universidades adelantan proyecto para optimizar viviendas de interés social

Un proyecto universitario transformaría el sector de la construcción nacional con bloques de residuos sólidos.

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Actualizado:
Martes, Enero 10, 2017 - 14:05
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Suministrada a LA FM.

En Colombia aún no existe una cultura de reciclaje sostenible y recientemente el Ministerio de Vivienda reveló que solo se reutiliza 13% de las 30 mil toneladas de residuos que se producen al día.

La actividad minera del Altiplano Cundiboyacense le estaría aportando a la cifra dada por la cartera cerca de 90 toneladas de ceniza de coque cada 24 horas. El material volátil producido por la combustión de lecho fluidificado tiene graves consecuencias en el medio ambiente como la contaminación de las aguas subterráneas y las emisiones de material particulado, por lo que es necesario tratarlo o reutilizarlo.

Suecia, que tiene una política clara de residuos, recicla 96% de sus desechos con lo que beneficia a 4 millones de hogares y mejora sus ingresos de exportación.

Pensando en mitigar las consecuencias ambientales y económicas que acarrea el residuo industrial, Leonel Prieto Cely, ingeniero de minas de la Fundación Universitaria del Área Andina, se inventó los bloques de residuos sostenibles elaborados a base de la ceniza de coque y cemento. El desarrollo que quiere convertirse en patente ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), promete revolucionar el mercado de la construcción nacional. “Este producto no existe en el mercado, somos pioneros. Identifiqué la oportunidad con gran potencial empresarial porque trabajo en una compañía que en sus procesos de coquización produce estos residuos y porque en la universidad siempre incentivaron y apoyaron mi espíritu investigativo. Ya empecé a construir una casa piloto de dos habitaciones en la vereda Volcán Tres de Ubaté y estamos en la fase de ver cómo bajamos los costos para ser más competitivos cuando empecemos a comercializar los bloques”, explicó Prieto Cely.

Este año la Fundación Universitaria del Área Andina logró que 12 proyectos similares a este entrarán en las convocatorias de iNNpulsa para encontrar patrocinio privado.

Una vivienda de interés social para cuatro personas requeriría en promedio 2.500 bloques. El costo de cada bloque de residuos saldría a $780 y uno tradicional de arcilla a $800. Aunque el valor agregado por ahora está más inclinado hacia las bondades ambientales, se cree que mejorarán los costos una vez se avance a una fase de industrialización. Aunque la ceniza de coque tiene implicaciones en la contaminación del aire y el agua, siendo uno de los principales responsables de inundaciones aledañas a las fábricas que lo producen, estos bloques no tienen ninguna implicación en la salud de las personas que habiten una edificación con el material.

De las 90 toneladas de ceniza que se produce en el altiplano a diario, saldrían 13 mil bloques cuando se industrialice el proyecto, que entraría en marcha con $500 millones según Luis Alfonso Reyes Mozo, director de la investigación y docente del Areandina en la carrera de ingeniería de minas. “La ceniza del coque genera inundaciones porque el agua lluvia arrastra el material hacia los principales drenajes de su zona de alcance y los sube hasta los ríos, se ha vuelto un dolor de cabeza para las industrias mineras que no saben qué hacer con estos residuos sólidos. El nuevo bloque es útil para las tareas de mampostería porque este ya fue sometido a temperaturas superiores a mil grados y no quema, es seguro y tiene mucho potencial”, comentó Reyes Mozo.

El docente añadió que las empresas que están lidiando con la problemática de la ceniza de coque, se podrían ahorrar cerca de 20% de lo que invierten en programas ambientales (exigidos por la legislación nacional), si reutilizarán dicha ceniza. Por último, en la fabricación de los bloques tradicionales se queman residuos fósiles y en la innovación no.

El proyecto que aún está haciendo pruebas pilotos, promete convertirse a corto plazo en una importante apuesta para el sector de la construcción y también para la industria minera que encontrará un nuevo ingreso en los desechos.