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A Tarazá, Cáceres, Caucasia y Valdivia, llegaron 600 nuevos soldados del Ejército Nacional, expertos en combates y en la lucha contra el microtráfico y la extorsión. El arribo de los pelotones busca contrarrestar el incremento de la criminalidad en el Bajo Cauca antioqueño donde los asesinatos han aumentado un 200 por ciento este año.
El comandante de la Séptima división del Ejército, general Alberto Sepúlveda Riaño, explicó que los militares están entrenados en operativos rurales y urbanos y en la lucha contra los cultivos ilícitos, como una estrategia para retomar la tranquilidad en esta región.
"Han llegado trece unidades tipo pelotón. Estamos hablando de 600 nuevos hombres para el Bajo Cauca. Vamos a generar esa paz y confianza que tanto están esperando empresarios, ganadores, amas de casa y nosotros los soldados de esta región", dijo el oficial.
Los soldados capacitados en primeros auxilios recibirán instrucciones sobre la geografía y las costumbres en los municipios. Posteriormente, serán ubicados en puntos estratégicos. En el Bajo Cauca, Los Caparrapos y el Clan de Golfo mantienen un enfrentamiento por el control territorial de las rentas ilícitas.
El aumento de la fuerza pública en el Bajo Cauca hace parte de los compromisos adquiridos en un consejo de seguridad que lideró el presidente Iván Duque el pasado 4 de octubre.
Muerte del niño
El ataque que motivó el consejo de seguridad ocurrió en Caucasia donde fue detonada una granada y una pipeta de gas, dejando como saldo la muerte de un niño de 11 años.
En su momento, el alcalde Óscar Aníbal Suárez, denunció que no había suficiente presencia de la fuerza pública en la zona, pese a ser el centro de las disputas entre grupos ilegales.
Sólo en Caucasia han muerto de manera violenta 123 personas.
