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Como displicente calificó el alcalde de Medellín, Daniel Quintero a Fredy Jaramillo, gerente del aeropuerto José María Córdova de Rionegro que presta sus servicios a la capital de Antioquia.
Según el mandatario local, Jaramillo no ha atendido los llamados de la Secretaría de Salud para realizar controles más estrictos ante la confirmación del primer caso de coronavirus en el país.
Quintero sostuvo que “la Secretaría de Salud de Medellín ha estado pendiente, haciendo la tarea, desde hace más de un mes y medio. Lo que notamos es que todas las decisiones y todas las medidas que hemos tomado, no son recibidas o son recibidas de forma displicente, tratamos de contactar a veces al gerente y no responde”.
Por su parte, Fredy Jaramillo sostiene que desde hace tres años, el terminal aéreo tiene consolidado un protocolo de atención, asegura, incluso, que desde que se conocieron las posibilidades de una pandemia, se tiene destinado un sitio especial para aislar las aeronaves cuyos pasajeros tengan sospechas de portar el COVID-19.
El gerente del aeropuerto internacional dijo que “es una articulación entre las secretarías departamental y municipal, las aerolíneas y el personal aeroportuario. Cuando un pasajero tenga una sospecha, la aerolínea debe informar a la torre de control para llevar la aeronave a aislamiento en un sitio que ya tenemos destinado”. Además, las directivas del aeropuerto han realizado simulacros en los que se atiende a una persona con sospecha de la enfermedad, para determinar los tiempos de reacción, rutas y espacios acondicionados.
En promedio, al José María Córdova llegan cada día 2 mil personas provenientes de vuelos internacionales.
Debido a los recientes casos confirmados de Coronavirus en la región y a la preocupación de los antioqueños por la posibilidad de un contagio, la Alcaldía de Medellín anunció una inversión de 3 mil millones de pesos para atender eventuales contagiados.
El alcalde Daniel Quintero explicó que una vez se confirmen los casos, los pacientes serán atendidos en sus casas para evitar que se propague la enfermedad en los hospitales. Las medidas también incluyen más capacitación para el personal médico y la habilitación de la línea 123 para quienes sospechen un contagio.
