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Con tristeza y honores, el Ejército Nacional confirmó este miércoles la muerte de Sansón, un perro antiexplosivos que ofrendó su vida tras detectar una mina antipersonal en zona rural de Yondó, Antioquia, y evitar una tragedia mayor entre sus compañeros de patrulla.
'Sansón' formaba parte de los equipos especializados en la detección de artefactos explosivos improvisados, una de las estrategias más efectivas del Ejército Nacional para neutralizar los riesgos en zonas de alta presencia de grupos armados ilegales.
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La semana pasada, durante una operación de patrullaje en Yondó, el canino alertó oportunamente sobre la presencia de una mina antipersonal. Su olfato evitó que 36 soldados cayeran en la trampa, cumpliendo con precisión su entrenamiento. Sin embargo, en medio de la maniobra, la mina detonó y causó graves heridas al animal, que perdió una extremidad en el acto.
Sansón fue trasladado con urgencia a Barrancabermeja, Santander, donde durante seis días recibió atención veterinaria especializada. Pese a los esfuerzos del equipo médico, las heridas resultaron irreversibles y el canino falleció.
“Su olfato fue escudo, su valentía, ejemplo. Honor y gloria por siempre”, expresó el Ejército Nacional a través de la red social X.
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La muerte de Sansón ha generado profundo pesar entre su unidad y cuidadores, quienes lo recuerdan como un compañero leal, valiente y clave en múltiples operaciones. Su historia se suma a la de otros caninos que, silenciosamente, salvan vidas todos los días en las regiones más complejas del país.
Por: Alejandro Gaviria González
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