A orillas del río Magdalena, donde la ciudad se encuentra con su historia y esencia, una nueva luna se eleva sobre el horizonte. Con sus 65 metros de altura, la Luna del Río se alza en el Gran Malecón como un símbolo de movimiento, encuentro y transformación, reflejando el espíritu vibrante de Barranquilla.
Barranquilla vivió un nuevo hito en su transformación urbana con la apertura oficial de la Luna del Río, la noria más grande de Colombia y una de las más grandes de Latinoamérica, que desde el Gran Malecón se consolida como un nuevo ícono turístico, cultural y económico de la ciudad.
Con esta obra, la Puerta de Oro da un paso más en su reconexión con el río Magdalena y fortalece una nueva forma de vivir la ciudad: Barranquilla vista desde las alturas, en una experiencia 360° que integra naturaleza, espacio público y desarrollo urbano.
Durante la apertura, el alcalde Alejandro Char destacó que este proyecto representa mucho más que una atracción turística: “Qué lindo tener esta Luna del Río en Barranquilla. Esto será un motor de nuestra economía porque hoy el mundo está visitando las ciudades por el entretenimiento, por el deporte, y esto hace posible que llegue mucha gente a nuestra ciudad y potencie la gastronomía, el comercio minorista, por supuesto el turismo que llegará a conocer nuestra playa, nuestro ecoparque, nuestro malecón, entonces estamos felices que esto vaya a traer mucha prosperidad”.
La Luna del Río se integra al Gran Malecón como una experiencia única en Colombia, fortaleciendo al turismo como eje estratégico del desarrollo económico de Barranquilla. Los cálculos indican que el atractivo podrá traer entre 150.000 y 200.000 personas a la ciudad por año.
Este sector impulsa el empleo, el emprendimiento local y activa cadenas de valor que abarcan transporte, gastronomía, hotelería, comercio e industrias creativas. Actualmente, los sectores de industrias creativas, entretenimiento, actividades artísticas, sector hotelero y de alojamiento, recreación y otras actividades de servicios de alojamiento y gastronomía generan cerca de 200.000 empleos en Barranquilla y su área metropolitana.
Con esta obra, Barranquilla amplía su oferta turística y refuerza su posicionamiento como destino de grandes experiencias urbanas en Latinoamérica.
Ubicada en un área de aproximadamente 20.000 m², este se convierte en un hito arquitectónico y paisajístico alrededor del cual se articulará comercio, atracciones complementarias, espacio público y zonas verdes. Las obras complementarias de este gran proyecto incluyeron una inversión que supera los $7.000.000.000 para la construcción del parque, zonas verdes y bulevares aledaños a la rueda.
La estructura de la noria pesa 240 toneladas. La construcción estuvo a cargo de Fabbri Park, compañía italiana reconocida mundialmente como líder en atracciones mecánicas, que además capacitó y preparó a ingenieros locales para que el ensamble y la mano de obra fueran desarrollados por una empresa local.