Los habitantes del barrio Ciudad Techo, en la localidad de Kennedy, aún no salen de su asombro tras la noche violenta que se vivió en ese sector de Bogotá, luego de que un hombre fuera linchado hasta morir, luego de haber embestido a un grupo de motociclistas.
En el asfalto aún están las manchas de sangre, vidrios rotos y restos de los objetos con los que una multitud atacó al conductor de un campero azul, quien murió tras ser golpeado por varios motociclistas que lo perseguían.
¿Qué fue lo que pasó?
El hecho comenzó sobre la avenida Las Américas, cuando el conductor presuntamente en estado de embriaguez, arrolló a varios motociclistas y luego emprendió la huida. La persecución se extendió por varias cuadras hasta que al llegar al conjunto residencial Tierra del Sol, el vehículo chocó contra un separador.
En ese punto, el hombre fue alcanzado por quienes lo seguían y agredido brutalmente. Según versiones entregadas por testigos como Elisabeth Fonseca, residente del sector, el caos se desató en cuestión de segundos.
“El carro entró por los edificios de Tabacú y se estrelló acá en Tierra del Sol. La gente que lo venía siguiendo lo alcanzó y comenzaron a golpearlo con lo que encontraban. Algunos decían que el conductor incluso había hecho disparos mientras huía”, relató.
Elisabeth precisó que la situación obligó a la comunidad a pedir apoyo inmediato a las autoridades.
“Durante la persecución todos empezaron a llamar al cuadrante, y tuvimos que contactar a la estación octava de policía para que enviaran refuerzos. La zona estuvo acordonada hasta la una de la mañana”, agregó Fonseca.
Avanzan las investigaciones
La escena donde se registró el linchamiento permaneció cerrada durante varias horas, mientras unidades de criminalística recolectaban evidencias. En la esquina del conjunto aún permanecían las cintas amarillas que delimitaban el área donde fue agredido brutalmente el conductor, antes de ser trasladado a un centro asistencial en el que falleció
La residente de la zona también hizo un llamado a reforzar la seguridad en el sector, afectado por problemas de microtráfico y hurtos.
“Somos más de 7.000 viviendas en este barrio. Aunque tenemos cámaras conectadas al C4, falta mayor apoyo operativo de la alcaldía local”, advirtió.
Las autoridades confirmaron que investigan los hechos para establecer responsabilidades tanto en el atropello inicial como en el posterior ataque. Entretanto, el caso reabre el debate sobre los límites de la justicia por mano propia y la creciente tensión en las calles del suroccidente de Bogotá.