La Asociación Colombiana de Ciudades Capitales (Asocapitales) se pronunció tras el atentado ocurrido en la madrugada de este martes en Cali, en el que murieron dos integrantes de la Policía Nacional.
El hecho, sumado al ataque registrado la semana pasada en Medellín, motivó una reacción pública de la entidad y de su presidente, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, quien se refirió al impacto de estos episodios en la seguridad urbana del país.
Asocapitales rechazó de manera categórica el atentado perpetrado en Cali, al tiempo que expresó preocupación por la recurrencia de acciones violentas en ciudades capitales.
Según la entidad, estos hechos reflejan un escenario de riesgo creciente en los principales centros urbanos, donde se concentra buena parte de la población y de la actividad económica nacional.
La organización señaló que los ataques recientes evidencian un deterioro de la seguridad urbana, situación que, de acuerdo con su posición institucional, requiere ajustes inmediatos en el rumbo de las políticas de seguridad.
El pronunciamiento se dio en un contexto marcado por negociaciones entre el Gobierno Nacional y estructuras armadas ilegales, lo que ha generado inquietudes entre los mandatarios locales.
Lo dicho por Carlos Fernando Galán
Carlos Fernando Galán, como presidente de Asocapitales y alcalde de Bogotá, se refirió directamente a los atentados de Medellín y Cali, describiéndolos como una sucesión de hechos que afectan de manera directa a las ciudades.
En su declaración pública, señaló que ambos ataques ocurrieron en un corto intervalo de tiempo y tuvieron como objetivo a la Fuerza Pública.
Galán manifestó solidaridad con la Policía Nacional y con las comunidades afectadas, y expresó respaldo al alcalde de Cali, Alejandro Eder.
Su pronunciamiento hizo énfasis en la necesidad de garantizar condiciones de seguridad en las ciudades y en el territorio nacional, en un momento en el que se desarrollan procesos de diálogo con grupos armados.
El pronunciamiento de Asocapitales se da en medio de la implementación de los acuerdos de Doha entre el Gobierno Nacional y el Clan del Golfo, también denominado Ejército Gaitanista de Colombia.
Asocapitales detalló que este proceso ha generado gran preocupación en las ciudades capitales por sus posibles efectos sobre el control territorial y la criminalidad urbana.
Entre los puntos mencionados está la creación de Zonas de Ubicación Temporal en áreas estratégicas, como Belén de Bajirá, Unguía y Tierralta, zonas clave para rutas del narcotráfico en el Golfo de Urabá.
De acuerdo con la organización, estas áreas abarcarían cerca de 4.487 kilómetros cuadrados, lo que podría fortalecer la capacidad operativa del grupo armado.
Impacto en las ciudades capitales
Asocapitales también alertó sobre la permanencia de estructuras criminales en entornos urbanos, a través de alianzas del Clan del Golfo con grupos que operan en ciudades como Medellín, Bello e Itagüí.
Estas organizaciones no estarían cobijadas por las Zonas de Ubicación Temporal, por lo que su actividad en las ciudades continuaría sin cambios directos derivados de los acuerdos.
La asociación advirtió además sobre el fortalecimiento de prácticas de control social, como extorsiones y violencia selectiva, que afectan a comerciantes, líderes comunitarios y autoridades locales.
Según Asocapitales, estas dinámicas incrementan la vulnerabilidad de las ciudades en un contexto de negociaciones en curso.
Llamado a un enfoque urbano
Desde la dirección de Asocapitales se insistió en la necesidad de incorporar un enfoque urbano en los procesos de sometimiento, teniendo en cuenta que las capitales concentran la mayoría de la población, del producto interno bruto y de los delitos del país.
El planteamiento busca que las realidades de las ciudades sean consideradas de manera explícita en las estrategias de seguridad nacional.