La conmoción que generó el asesinato de Shelsy Michel Navarro Ojeda, la niña de tres años hallada sin vida en una vivienda vecina en el corregimiento de Mingueo, en Dibulla, La Guajira, se ha transformado en un ambiente de tensión que preocupa a las autoridades.
Mientras avanzan las investigaciones, se confirmó que el presunto responsable del feminicidio sería un adolescente de 14 años, un dato que ha incrementado el malestar y la indignación de la comunidad.
Según información entregada a La FM por Yohny Alberto Caicedo, secretario de Gobierno de Dibulla, el joven residía en la misma vivienda donde fue encontrado el cuerpo de la niña. Las autoridades adelantan las diligencias del caso con el CTI de la Fiscalía y la Policía, que desde la madrugada del jueves recopilan evidencia y testimonios. El levantamiento del cuerpo se realizó hacia las dos de la mañana, y el cadáver fue trasladado a Medicina Legal en Riohacha para los análisis correspondientes.
Aunque aún no hay un reporte oficial sobre las causas de la muerte, Caicedo confirmó que la menor presentaba signos de violencia, un elemento que será determinante en los exámenes forenses para establecer si fue torturada o abusada antes de ser asesinada.
El presunto responsable habría sido trasladado a la zona de la Sierra
De acuerdo con las versiones que manejan las autoridades locales, el adolescente señalado habría sido trasladado a zona de la Sierra Nevada, un corredor donde históricamente ha habido presencia de estructuras armadas ilegales. Por esta razón, existe preocupación por la posibilidad de que el joven esté en riesgo ante posibles retaliaciones.
A esto se suma la circulación de mensajes en redes sociales que aseguran que un grupo armado tendrá en su poder al presunto responsable. Sin embargo, las autoridades insistieron en que ninguna estructura ilegal puede confirmar información de un caso criminal y recordaron que "estas publicaciones suelen buscar desinformar, ganar protagonismo o generar miedo entre la población".
Temor a justicia por mano propia
La tensión en Mingueo aumentó en las últimas horas por la reacción de la comunidad, que, indignada por los hechos, inició bloqueos intermitentes en la vía que comunica con Santa Marta para impedir que el presunto responsable fuera sacado de la población. Los habitantes exigen respuestas rápidas y temen que el caso quede en la impunidad.
Para las autoridades, el riesgo de justicia por mano propia es real. La mezcla de dolor, rabia y desinformación ha convertido la zona en un punto crítico. Por eso, unidades de Policía y Ejército fueron enviadas para apoyar la seguridad y garantizar que la investigación siga su curso sin que se presenten ataques, disturbios o agresiones.
Un segundo posible involucrado
Las investigaciones también buscan establecer si otro joven, posiblemente cercano al presunto responsable principal, participó en los hechos. Esta línea es analizada por el CTI, que está revisando testimonios, movimientos en el sector y elementos encontrados en la vivienda donde apareció el cuerpo de Shelsy Michel.
Una comunidad que exige justicia
Mingueo continúa paralizado por el dolor. Habitantes del corregimiento realizaron una velatón para acompañar a la familia de la niña y pedir que las autoridades esclarezcan el caso lo antes posible. La madre de Shelsy, quien la vio por última vez mientras jugaba frente a su vivienda, permanece acompañada por familiares y vecinos, aún en shock por la forma en que desapareció y fue encontrada horas después.
El municipio de Dibulla se mantiene en máxima alerta. Las autoridades insisten en la importancia de permitir que avance el proceso judicial, especialmente por tratarse de un presunto menor de edad, cuya situación debe manejarse bajo los protocolos del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes.
La investigación continúa y se espera que en las próximas horas Medicina Legal entregue un informe preliminar que permita establecer con mayor claridad qué ocurrió en las últimas horas de vida de Shelsy Michel. Mientras tanto, la comunidad pide justicia y teme que la tragedia derive en nuevos hechos de violencia.