La novena de aguinaldos es una tradición católica que se reza del 16 al 24 de diciembre y combina oración, reflexión y encuentro familiar. En este tiempo, muchas personas enfocan sus peticiones en objetivos concretos para el año siguiente, entre ellos el empleo y la estabilidad del dinero, integrando la fe con compromisos personales.
Dentro de esta práctica, las oraciones suelen dirigirse al Niño Jesús y a San José, reconocido como patrono de los trabajadores. Las peticiones no se centran únicamente en obtener un trabajo o ingresos, sino también en solicitar virtudes necesarias para desempeñarlos, como responsabilidad, constancia y honestidad, vinculando la espiritualidad con la vida diaria.
Estructura de la novena de aguinaldos

La novena de aguinaldos conserva una estructura tradicional que puede mantenerse sin cambios, adaptando las intenciones personales. El orden general comienza con la Señal de la Cruz y la Oración al Espíritu Santo, seguido de la oración para todos los días, que incluye la reflexión y los gozos.
Cada día propone un mensaje distinto que puede relacionarse con la búsqueda de empleo o el fortalecimiento de proyectos económicos. Algunas reflexiones invitan a la acción, entendida como el compromiso personal para avanzar en metas laborales y financieras.
Peticiones específicas por dinero y empleo
Durante la novena de aguinaldos, las intenciones pueden formularse de manera clara y concreta. Entre las peticiones más frecuentes se encuentran:
- Pedir a San José protección para el trabajo actual o futuro.
- Solicitar oportunidades de empleo y estabilidad laboral.
- Encomendar al Niño Jesús la prosperidad y el equilibrio del dinero en el hogar.
- Pedir buenas relaciones laborales y decisiones responsables.
- Solicitar la intercesión de la Virgen María para el sustento familiar.
Estas peticiones se acompañan del Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria, manteniendo la estructura tradicional de la novena.
Fe, acción y símbolos durante la novena de aguinaldos
La tradición católica señala que la oración debe ir acompañada de acciones concretas. Buscar empleo, organizar metas financieras y mantener disciplina en el manejo del dinero, forman parte del compromiso personal que se refuerza durante la novena.
Algunas personas incluyen elementos simbólicos en el pesebre, como monedas, billetes, canela o laurel, como representación de la abundancia que se pide en oración. La novena de aguinaldos se vive así como un tiempo de preparación para la Navidad, donde la fe se une al esfuerzo personal y a la reflexión comunitaria.