Uno de los mitos religiosos que toma fuerza por estos días es el de la Estrella de Belén, una luz que, según la tradición, guió a los tres Reyes Magos hacia el lugar donde Jesús había nacido. Este relato, recogido en el evangelio de Mateo, describe cómo un astro brillante orientó a los magos desde el Oriente hasta el pesebre de Belén. Sin embargo, este fenómeno no solo es una parte fundamental de las narrativas religiosas, sino también un tema de debate entre astrónomos e historiadores.
¿Qué fue realmente la Estrella de Belén?
La Estrella de Belén ha sido objeto de varias teorías a lo largo de los siglos. A pesar de las múltiples interpretaciones religiosas, los científicos han intentado encontrar una explicación astronómica que pueda corresponder con la descripción del astro que guió a los magos. Existen varias posibilidades, como cometas, supernovas o conjunciones planetarias, que podrían haber explicado el fenómeno descrito en la Biblia.
Una de las hipótesis más conocidas es que la estrella fue un cometa, pero los registros históricos muestran que el cometa Halley pasó cerca de la Tierra en el año 12 a.C., mucho antes del nacimiento de Jesús. Otras teorías sugieren que podría haber sido una supernova, una explosión estelar que emite una gran cantidad de luz, pero no hay evidencia de una supernova cercana a la fecha del nacimiento de Cristo.
La teoría de la conjunción planetaria

Una de las teorías más plausibles fue propuesta por el astrónomo Johannes Kepler en el siglo XVI. Kepler sugirió que la Estrella de Belén pudo haber sido el resultado de una conjunción de Júpiter y Saturno. Este evento astronómico es cuando dos planetas se alinean en el cielo, creando un fenómeno brillante. Sin embargo, los cálculos modernos de los movimientos planetarios no han confirmado que tal conjunción pudiera haber sido tan brillante como para ser considerada una señal divina por los Reyes Magos.
La nueva hipótesis del cometa
Recientemente, Mark Matney, un científico planetario de la NASA, ha presentado una nueva hipótesis que sugiere que la Estrella de Belén pudo haber sido un cometa procedente de la Nube de Oort, una región distante del sistema solar. Según Matney, este cometa habría pasado tan cerca de la Tierra que su movimiento aparente podría haber coincidido con la descripción bíblica de la estrella "deteniéndose" sobre el lugar donde estaba el niño Jesús.
Matney también cita documentos chinos que mencionan un cometa observado en el año 5 a.C., lo que refuerza la teoría de que un cometa pudo haber guiado a los Reyes Magos en su viaje. Sin embargo, este hallazgo no es concluyente, ya que los registros históricos antiguos son inexactos y presentan limitaciones.
Un misterio científico sin resolver

Aunque esta nueva teoría ha reabierto el debate sobre el origen de la Estrella de Belén, el misterio continúa. La posibilidad de que un cometa haya guiado a los Reyes Magos sigue siendo solo una de las múltiples hipótesis que intentan conciliar la astronomía con los relatos bíblicos. Para muchos, este fenómeno sigue siendo un símbolo religioso, mientras que para otros, el debate científico continúa.