"El telescopio Nancy Grace Roman de la Nasa ayudará a los científicos a tener una mejor comprensión de los componentes menos brillantes de nuestra galaxia", así califica la Nasa a la misión Roman que llevan a cabo en el espacio próximo y que estudia a la galaxia en la que habitamos.
El programa de observación, denominado Sondeo del Plano Galáctico, iniciará un nuevo paso en la investigación del medio interestelar (como se le conoce a la zona que menos brilla en la galaxia). Las planeaciones de los científicos es que el telescopio dirija su atención hacia el extremo más lejano de la Vía Láctea, para que cartografíe alrededor de 20.000 millones de estrellas, lo que se traduce en que se mapeen hasta casi cuatro veces más de lo que se tiene en el mapa hasta la fecha.
Según comentó Catherine Zucker, astrofísica del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard "con Román podremos convertir las representaciones digitales de la Vía Láctea existentes en modelos más basados en datos, empleando los nuevo factores condicionantes en la distribución tridimensional del polvo interestelar".

Resolver el misterio de la Vía Láctea
Según la página oficial de la Nasa, los científicos saben "cómo es probable que se vea nuestra galaxia mediante la combinación de observaciones" de la galaxias y otras similares. No obstante, las nubes de polvo hacen que "sea más difícil resolver los detalles en el lado opuesto de la galaxia".
Asimismo, el telescopio cuenta con una cámara especializada y filtros infrarrojos que le permitirán alcanzar "longitudes de onda más largas de lo que nuestra vista puede detectar". Es decir, las nebulosas que rodean las zonas más alejadas de la espiral que es la galaxia en la que habitamos, dificultan los estudios, por eso es necesario que la tecnología pueda superar esta "barrera" para concluir con eficacia el estudio que se pretende realizar.
La Nasa indica que "al comparar los resultados de las observaciones con información sobre las características de la estrella donde se origina la luz, los astrónomos pueden desentrañar la distancia de la estrella a partir de cuánto se han enrojecido sus colores". Otro de los avances que destaca en el comunicado la Nasa es que podrán aprender "sobre la composición del polvo y sondearán las nubes para investigar los procesos físicos responsables de las propiedades cambiantes de este polvo".

Las pistas que deja la luz estelar
De acuerdo con la Nasa, la luz que está por detrás del polvo que la Nasa ve como una "barrera" dan indicios de la cantidad de polvo que existe entre una estrella y el Planeta Tierra. Por lo anterior, estos resultados permitirán realizar mapas tridimensionales más eficaces y realistas.
Ciclos de vida galácticos
El medio interestelar no solo se mueve en la Vía Láctea, puesto que, afirma la Nasa, alimenta la formación de estrellas y planetas. Las masas más densas forman las nubes moleculares y pueden colapsar por la gravedad y así iniciar el desarrollo de las estrellas.
Estas estrellas expulsarán vientos calientes que "pueden hacer que el polvo a su alrededor se aglutine, creando los componentes básicos de la formación de los planetas". Román identificará los cúmulos de las estrellas jóvenes en regiones nuevas para la humanidad.