El asteroide 3I/ATLAS ha llamado la atención de la humanidad desde hace semanas, cuando la NASA confirmó su existencia como el tercer objeto interestelar que atraviesa el Sistema Solar. Su origen generó múltiples reacciones porque algunos sectores insinuaron la posibilidad de que se tratara de un objeto artificial o incluso de tipo alienígena. Sin embargo, la NASA descartó esa hipótesis al analizar su órbita y comportamiento físico.
Mientras avanzaban las observaciones, equipos científicos detectaron una señal que, al ser procesada, adquiere la forma de un sonido similar a un latido. Esa señal es producto de variaciones periódicas en la actividad del objeto. Para entenderla, investigadores retomaron los datos publicados en Astronomy & Astrophysics (A&A), donde se describen en detalle las características físicas de 3I/ATLAS.
Lo que revela el estudio publicado en Astronomy & Astrophysics (A&A)

El estudio, titulado “Temporal evolution of the third interstellar comet 3I/ATLAS: Spin, color, spectra, and dust activity”, compiló observaciones entre el 2 y el 29 de julio de 2025. Allí se concluye que el objeto presenta una actividad que evoluciona de forma constante mientras se acerca al Sol.
Una de las frases centrales del artículo señala: “Informamos un periodo de rotación de 16,16 ± 0,01 horas con una amplitud de curva de luz de aproximadamente 0,3 mag”, lo que indica un ritmo de giro regular. Esa frecuencia estable es una de las piezas que los investigadores asocian con el pulso rítmico que, una vez procesado, adquiere forma de latido.
El trabajo también documenta que su actividad de polvo va en aumento. Los autores escriben: “El cometa muestra un aumento de la actividad de polvo y un enrojecimiento de los colores durante el periodo de observación”, un comportamiento que también genera fluctuaciones periódicas en la señal captada por instrumentos de espectroscopía.
Adicionalmente, el estudio destaca cambios en la reflectancia del objeto: “Los gradientes espectrales indican un enrojecimiento progresivo”, lo que confirma que la superficie del asteroide modifica su respuesta a la luz solar a medida que avanza hacia su perihelio.
Los cambios físicos, combinados con la rotación del núcleo, producen oscilaciones regulares que los científicos identifican como la base del pulso rítmico detectado.
Primeras explicaciones del sonido tipo latido

La señal no corresponde a un sonido propagado en el espacio —donde ese fenómeno no ocurre— sino a la conversión de variaciones luminosas y electromagnéticas en frecuencias audibles. Las oscilaciones se vuelven perceptibles gracias al periodo de rotación de 3I/ATLAS, la actividad de su coma y la evolución de su polvo.
El estudio también señala que la ausencia de una cola visible se debe al ángulo de observación y a la presencia de partículas grandes, lo que explica que la actividad sea más homogénea. Según los autores: “No se detectó una cola visible, probablemente debido a la geometría de observación y a la baja producción de polvo”.
Lo que sigue para 3I/ATLAS
El objeto alcanzó su perihelio a finales de octubre de 2025 y saldría del Sistema Solar en marzo de 2026. Los científicos esperan realizar nuevas mediciones que permitan conocer mejor cómo evolucionan el polvo, los colores y la rotación del asteroide. Con esos datos podrán determinar si la señal tipo latido se mantiene, se intensifica o desaparece a medida que se aleje del Sol.