Caída de Saade: ¿Conspiración o una cadena de errores y delitos?
Alfredo Saade, suspendido del cargo de hombre fuerte del presidente, intensifica ataques públicos mientras su caída política parece no tener fin.

Hablemos de la salida y suspensión del pastor Saade, que parece que se convertirá en una caída sin fin.
Alfredo Saade, suspendido de su cargo como hombre fuerte del presidente, ha intensificado sus ataques públicos. En su más reciente trino acusó al procurador Gregorio Eljach de violarle el debido proceso, comparó la situación con lo sucedido con Alejandro Ordóñez y, de manera llamativa, afirmó que, así como la suspensión al entonces alcalde Gustavo Petro le permitió llegar al poder, a él también lo harían presidente.
Le puede interesar: Miguel Uribe Londoño entraría a la consulta del Centro Democrático
En las actuaciones disciplinarias de los últimos días, el procurador delegado Esiquio Sánchez —a quien Saade también descalificó— citó a las diligencias a todos los interesados y a sus defensores. La única que asistió de manera permanente fue la ex canciller Laura Sarabia, quien, junto con su abogada Lina Sandoval, interrogó directamente a los testigos.
Durante la inspección realizada ayer en la Cancillería, la diligencia fue atendida por la Secretaría General, funcionaria señalada por algunos como cercana a Saade. Tiene hasta el 25 de agosto para entregar todo lo solicitado por los investigadores. Los testigos interrogados coincidieron en señalar presiones indebidas y explicaron que solo encontraron un memorando de dos páginas firmado por el ex canciller Murillo, a partir del cual se intentó construir un proceso de pasaportes responsable, técnico y seguro. Sin embargo, como el propio Saade reconoció en un mensaje publicado anoche en redes sociales, intervino para dar órdenes en el polémico contrato de pasaportes, lo que desencadenó la crisis. Hoy por hoy, a partir del 1 de septiembre, no hay convenio vigente para expedir pasaportes.
Lejos de reconocer errores, Saade culpa a distintos actores de su salida. En menos de dos meses como hombre fuerte al lado del presidente, insiste en que fue víctima de una conspiración. No obstante, el proceso disciplinario evidencia que fueron sus imprudencias y la falta de apego a la ley lo que derivaron en su suspensión.
El 20 de julio, como lo ha recordado algún colega de los medios, Saade llegó a exigirle al procurador general que archivara su proceso. Sin embargo, cada nuevo pronunciamiento lo compromete aún más. Con cada trino, en vez de detener la caída, parece profundizarla.
Le puede interesar: Inevitable suspensión de Saade podría extenderse al ex canciller Murillo
Todo indica que aún falta para que toque fondo, pues en el horizonte se perfilan denuncias penales por contratación sin requisitos legales; investigaciones por la orden que dio a la UIAF para indagar a particulares; una queja en la OCDE por exponer al país y a Portugal con prácticas erráticas de gobierno; y un reclamo en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por el uso abusivo de entidades de inteligencia por fuera de sus funciones.
En apenas dos meses, Saade acumuló un número importante de actuaciones que lo tendrán ocupado durante años atendiendo procesos disciplinarios, penales y patrimoniales.