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En la zona rural del municipio de El Zulia, Norte de Santander, un ataque con explosivos y ráfagas de fusil dejó a dos policías muertos y dos más heridos. Los hechos ocurrieron en el sector conocido como trocha Patio 8, en el corregimiento Y Astilleros, mientras los uniformados de la Subestación de Policía de la Y de Astilleros atendían una emergencia reportada por la comunidad.
Las víctimas mortales fueron identificadas como el intendente Jaime Luis Álvarez Mantilla y el subintendente Carlos Alberto Ramírez. Ambos policías murieron en el lugar debido al fuerte impacto de los explosivos y las ráfagas de fusil lanzadas por los atacantes. Los patrulleros Cristián Andrey Durán Salazar y Plinio Moscate Caro resultaron heridos y fueron trasladados de urgencia a la clínica Medical Duarte, donde reciben atención médica.
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La Policía ha señalado que el sector donde se registró el ataque es una zona de alta influencia del Frente Juan Fernando Porras Martínez, perteneciente al Ejército de Liberación Nacional (ELN). Este frente es responsable de varias acciones violentas en los últimos meses, intensificando los ataques desde la ruptura del cese al fuego entre el gobierno nacional y la guerrilla del ELN.
Escalada de violencia en la región
En los últimos tres meses, al menos once miembros de la fuerza pública, entre militares y policías, han sido asesinados en la región del Catatumbo, en Norte de Santander. Los municipios de Convención, San Calixto y El Carmen han sido escenarios de estas agresiones, que generan temor e incertidumbre entre los habitantes de la zona.
El ataque más reciente ocurrió el pasado 24 de octubre en el municipio de Convención, donde un francotirador del ELN disparó contra un miembro de la fuerza pública que realizaba labores de control y registro en el área rural. La víctima, un militar originario del departamento del César, recibió una herida mortal y, pese a los esfuerzos de los enfermeros, falleció antes de ser evacuado. Igualmente, el 21 de octubre, en San Calixto, el subteniente de Policía Anderson Gómez fue asesinado en circunstancias similares.
Las autoridades de Norte de Santander han reforzado la seguridad en estos municipios ante el aumento de la actividad violenta del ELN, mientras se mantienen operativos para dar con los responsables de los recientes ataques.
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