La Alcaldía de Medellín anunció que presentará denuncias formales ante la Fiscalía General de la Nación con el fin de identificar y judicializar a los responsables de los graves disturbios ocurridos en el estadio Atanasio Girardot durante la final de la Copa BetPlay.
Las autoridades buscan establecer responsabilidades penales y administrativas frente a los desmanes que dejaron decenas de personas heridas y daños significativos en la infraestructura del escenario deportivo.
Para sustentar las acciones judiciales, un equipo especializado se encuentra revisando de manera detallada material audiovisual, registros de cámaras de seguridad y otras pruebas técnicas, que permitirán reconstruir lo ocurrido antes, durante y después del encuentro. Según el Distrito, el análisis de estas evidencias será clave para determinar cómo se vulneraron los controles y quiénes facilitaron el ingreso de elementos prohibidos.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, fue enfático al rechazar los hechos y aseguró que quienes protagonizaron los disturbios no pueden ser considerados hinchas, sino criminales. A través de sus redes sociales, sostuvo que las imágenes son claras y que, aunque la mayoría de los asistentes acudieron a disfrutar del fútbol en paz, un grupo reducido desató la violencia. “Tendrán consecuencias. Aquí no hay excusas ni colores que valgan”, advirtió.
Por su parte, el secretario de Seguridad, Manuel Villa, denunció la existencia de un presunto entramado de irregularidades, en el que estarían involucrados incluso miembros de la logística. De acuerdo con el funcionario, hay imágenes que evidenciarían cómo líderes de las barras del Deportivo Independiente Medellín ingresaron costales con pólvora de manera ilegal, aparentemente con la complacencia del personal encargado de la seguridad en las tribunas.
El balance preliminar de los desmanes revela daños considerables en el estadio, entre ellos la destrucción de sillas y torniquetes, afectaciones en puertas de acceso, fallas en el sistema de cámaras de seguridad y daños en las tribunas norte y sur. Las autoridades continúan evaluando el impacto total en la infraestructura.
En el exterior del escenario deportivo, comerciantes y residentes del sector también reportaron afectaciones. Habitantes de la zona calificaron lo ocurrido como “un infierno”, debido al miedo, el ruido y el caos que se extendieron durante varias horas.
En cuanto al balance humano, los disturbios dejaron 52 personas lesionadas, entre hinchas y personal de logística, quienes requirieron atención médica. Además, se confirmó que cinco personas resultaron quemadas por el uso indiscriminado de pólvora dentro del estadio, lesiones que, según las autoridades, estarían directamente relacionadas con el ingreso irregular de estos elementos.
Aunque el Distrito confirmó que habrá sanciones severas contra el Deportivo Independiente Medellín, las medidas específicas y posibles restricciones se definirán en los próximos días durante la reunión de la Mesa de Convivencia del Fútbol, mientras avanzan las investigaciones penales y administrativas.