Desde hace un par de meses, cuando Estados Unidos concentró una fuerza sin precedentes recientes en el Caribe, en contadas ocasiones ha habido sobrevuelos de poderosas aeronaves cerca al espacio aéreo venezolano. Los vuelos han sido monitoreados por el sitio Flightradar24.
En las últimas horas, tras la designación del Cartel de los Soles como grupo terrorista por parte de Washington, se han monitoreado más vuelos, en concreto de un bombardero estratégico B-52 y dos aviones de guerra F-18 desplazándose muy cerca de las costas venezolanas.
Según la web del sistema de rastreo, el B-52 despegó desde la base aérea de Minot, en Dakota del Norte, en un movimiento inusual por su trayectoria y la distancia recorrida.
Por su parte, los F-18 identificados con las matrículas RHINO05 y RHINO06 no registran origen conocido, lo que aumenta el hermetismo en torno a la operación.
Hasta la noche del lunes, ambos cazas continuaban sobrevolando el Caribe, cerca de la isla de Curazao, una zona clave en el despliegue estadounidense.
Este episodio se suma a una cadena creciente de operaciones aéreas de alta intensidad cerca del espacio venezolano desde agosto, cuando comenzó el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, operativo en el que ya se contabilizan 21 ataques contra presuntas narcolanchas.
La señal es clara: Washington busca mantener una presión sostenida sobre Caracas con movimientos visibles y calculados.
El 15 de octubre, dos bombarderos B-52H Stratofortress ingresaron a la Región de Información de Vuelo (FIR) Maiquetía, en el noroeste de Caracas. Y el 23 de octubre, dos bombarderos B-1 provenientes de Texas replicaron maniobras similares, reforzando la idea de una estrategia aérea continua y escalonada.

A esto se suma el arribo del portaviones USS Gerald Ford —el más grande del mundo— junto con una flota de buques, aeronaves de combate y más de 15.000 efectivos, es decir, el 20% de la fuerza operativa estadounidense, asignados a operaciones antidrogas en el Caribe.
A la tensión militar se sumó un dato político clave revelado por Axios: el presidente Donald Trump estaría planificando una llamada directa con Nicolás Maduro.
Según funcionarios citados por el medio, este acercamiento podría indicar que un ataque con misiles o una intervención terrestre no sería inminente, aunque no descartaron completamente esa posibilidad.
“Nadie planea entrar y dispararle o secuestrarlo en este momento”, dijo un asesor involucrado en las conversaciones, subrayando que el clima sigue siendo volátil y todas las opciones permanecen abiertas.