El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo una conversación telefónica con el líder del régimen venezolano Nicolás Maduro la semana pasada, según información publicada por el diario The New York Times. La llamada se produjo incluso mientras Washington intensificaba su presión militar y sus amenazas de acción directa contra el gobierno venezolano.
De acuerdo con dos fuentes familiarizadas con el asunto, la conversación tuvo lugar a finales de la semana pasada e incluyó un tema particularmente sensible: la posibilidad de una reunión presencial entre ambos mandatarios en Estados Unidos. “No hay planes por el momento para tal reunión”, aclaró una de las fuentes, que pidió mantenerse en el anonimato por no estar autorizada a discutir el asunto públicamente.
La comunicación, en la que también participó el secretario de Estado, Marco Rubio, se llevó a cabo apenas días antes de que el Departamento de Estado activara una medida de alto impacto: la designación de Maduro como líder de lo que la administración denomina una organización terrorista extranjera, el Cártel de los Soles. La decisión refuerza el tono de confrontación que ha marcado la política de Washington hacia Caracas.
En octubre, el medio dijo que Maduro ofreció a Estados Unidos una participación importante en los yacimientos petrolíferos venezolanos, así como oportunidades para empresas norteamericanas. Ese intento de desescalar tensiones fracasó: las autoridades estadounidenses pusieron fin a esas conversaciones a principios del mes pasado, señalando que el mandatario venezolano aspiraba a mantenerse en el poder a toda costa.
Mientras tanto, tanto la Casa Blanca como el gobierno venezolano optaron por el silencio. No obstante, dos personas cercanas al gobierno venezolano confirmaron la existencia del contacto directo, enfatizando que no podían hablar públicamente del asunto.
Estados Unidos ha enviado un grupo de portaaviones a aguas cercanas a Venezuela, ha desplegado bombarderos sobre la región y ha preparado planes de acción encubierta. Desde Mar-a-Lago, durante la noche de Acción de Gracias y rodeado de líderes militares, Trump reafirmó el cambio de tono: “En tierra es más fácil, pero eso comenzará muy pronto”, aseguró a los periodistas.
Dentro del gobierno estadounidense también se han evaluado opciones más extremas, incluyendo la confiscación de los yacimientos petrolíferos venezolanos. Rubio, una de las voces más duras en la administración, ha reiterado que Maduro es “un presidente ilegítimo”.