Salario mínimo en Venezuela llegó a un dólar en el mes de agosto
En los últimos 10 años, el salario mínimo con respecto al dólar se ha desplomado un 99%

El salario mínimo venezolano alcanzó este viernes 8 de agosto de 2025 el umbral simbólico y alarmante de un dólar mensual, según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV), que ubicó el tipo de cambio en 130,06 bolívares por dólar. El monto, congelado desde marzo de 2022 en 130 bolívares, se complementa con bonos gubernamentales que suman hasta 160 dólares, pagados a la tasa oficial, pero que no inciden en el cálculo de prestaciones sociales ni beneficios laborales.
Estos bonos —40 dólares por concepto de alimentación y 120 dólares como “ingreso de guerra económica”— han sido presentados por el gobierno como una “estrategia para combatir la guerra económica, el bloqueo y las sanciones”. Sin embargo, para analistas y sindicatos, se trata de un paliativo que no sustituye un aumento real del salario base, que sí incide en vacaciones, utilidades y liquidaciones.
El opositor Andrés Velásquez calificó la situación como “el umbral del infierno” y advirtió que los ingresos “se vuelven sal y agua” frente a la devaluación acelerada. Por su parte, la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela denunció que sus miembros ganan entre 1 y 4 dólares mensuales, comprometiendo “el futuro del país y el desarrollo de la ciencia”.
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La organización Cendas-FVM estima que la canasta básica costaba en abril 503,73 dólares, cifra que deja en evidencia la brecha entre los ingresos y el costo real de vida.
Una década de desplome
El deterioro del salario mínimo en Venezuela ha sido vertiginoso en la última década. En 2013, este ingreso equivalía a unos 476 dólares mensuales al tipo de cambio oficial. Ya en 2014 y 2015, la inflación comenzó a erosionar el poder adquisitivo, llevando el salario a menos de 200 dólares mensuales.
En 2016, con el inicio formal de la crisis hiperinflacionaria, el salario mínimo se ubicó en torno a los 60 dólares, y en 2017 cayó a menos de 10. Un año después, en 2018, tras una reconversión monetaria, el gobierno decretó un aumento que llevó el salario a unos 30 dólares, pero la devaluación lo redujo rápidamente a menos de 5.
En 2019 y 2020, el ingreso mínimo rondó entre 2 y 6 dólares, con ajustes frecuentes que no lograban seguir el ritmo inflacionario. En 2021, llegó a su punto más crítico: apenas 1,5 dólares al mes. El incremento de marzo de 2022 lo elevó a 30 dólares, pero desde entonces quedó congelado en bolívares y su valor real se desplomó nuevamente hasta el dólar actual.
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Este retroceso salarial, que en términos reales significa una pérdida de más del 99% del poder adquisitivo en diez años, ha sido uno de los factores centrales detrás de la migración masiva y la precarización de la vida en Venezuela.