La nave Starship de Elon Musk se incendió y explotó en nueva prueba de vuelo
Este vuelo tenía como objetivo probar ajustes realizados tras el fallido intento de enero.

El megacohete Starship de SpaceX, la nave que aspira a llevar humanos a Marte, sufrió una nueva explosión en pleno vuelo durante su octava prueba, realizada la noche del jueves.
A pesar de que la compañía logró recuperar con éxito su propulsor Super Heavy, la nave se perdió minutos antes de completar su trayecto, repitiendo un desenlace similar al del anterior vuelo de prueba en enero.
El lanzamiento se llevó a cabo a las 6:30 p. m. (hora de Miami) desde Starbase, en el sur de Texas. Inicialmente, la prueba avanzó según lo planeado: Super Heavy se separó de la nave tras dos minutos y medio de encendido y luego descendió con éxito para ser atrapado por los brazos mecánicos de la torre de lanzamiento,
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Sin embargo, minutos después, la misión sufrió un revés cuando Starship comenzó a perder motores y, finalmente, se perdió la comunicación con la nave.
“Una vez que pierdes suficientes de esos motores centrales, vas a perder el control de actitud”, explicó Dan Huot, vocero de SpaceX, durante la transmisión en vivo.
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Aparentemente, la pérdida de contacto ocurrió en un punto similar al del vuelo anterior, cuando Starship explotó sobre las islas Turcas y Caicos.
La Administración Federal de Aviación (FAA) activó protocolos de seguridad tras la explosión, deteniendo temporalmente los vuelos hacia los aeropuertos de Miami, Fort Lauderdale, Palm Beach y Orlando debido a posibles escombros espaciales en caída.
También se restringieron las salidas desde los aeropuertos de Miami y Fort Lauderdale. En un comunicado publicado en X (antes Twitter), SpaceX confirmó la “desintegración rápida no programada” de la nave y aseguró que el equipo ya está analizando los datos del vuelo para determinar la causa exacta del fallo. “El éxito proviene de lo que aprendemos, y el vuelo de hoy ofrecerá lecciones adicionales para mejorar la confiabilidad de Starship”, señaló la compañía.
Este vuelo tenía como objetivo probar ajustes realizados tras el fallido intento de enero. Entre las modificaciones, se incluyó la eliminación de varias placas de protección térmica para evaluar zonas vulnerables, además de la incorporación de una nueva opción metálica con enfriamiento activo.
A pesar del revés, SpaceX sigue optimizando su sistema de propulsión y diseño estructural, con el objetivo de garantizar que Starship pueda cumplir su misión a largo plazo: convertirse en el vehículo que transportará humanos más allá de la Luna y Marte.