Embajador García-Peña publica columna en The Washington Post ante posible descertificación
La columna se titula: "Estados Unidos no puede permitirse el lujo de abandonar la lucha contra las drogas en Colombia"
![Colombia no estará en la lista de países donde [Estados Unidos] ha amenazado con aranceles.](https://files.lafm.com.co/assets/public/styles/img_node_706x392/public/2025-01/whatsapp_image_2025-01-18_at_1.59.13_pm_0_1.jpeg.webp?itok=W8D_-nom)
En una columna publicada en The Washington Post, el embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García Peña, advirtió que el sacrificio humano y los avances logrados en la lucha contra el narcotráfico solo podrán sostenerse si Washington mantiene su apoyo, a apenas unas 48 horas de que el Gobierno de Estados Unidos tome una decisión sobre la certificación o no de Colombia como país que lucha contra el narcotráfico.
El diplomático abrió su reflexión recordando las tragedias recientes en el país. “El mes pasado, Colombia enterró a 13 policías que fueron emboscados mientras protegían las labores de erradicación de coca en Amalfi. Ese mismo día, un coche bomba explotó cerca de una instalación militar en Cali, matando a seis civiles y dejando a decenas de heridos”, escribió. Según García Peña, estos hechos no son rezagos de un conflicto pasado, sino la nueva violencia de “narcotraficantes debilitados que responden con crueldad”.
El embajador subrayó que la amenaza no se limita a Colombia. “Los narcóticos que alimentan esta violencia no están destinados a nuestras calles, sino principalmente a las calles de Washington, Nueva York, Miami, Los Ángeles y más allá”, recordó. Por eso, insistió en que la lucha contra el crimen transnacional “es una lucha compartida que afecta vidas en todo el hemisferio occidental”.
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En su columna, García-Peña destacó los resultados obtenidos por las fuerzas de seguridad colombianas. Solo en el primer semestre del año, “las autoridades incautaron más de 500 toneladas de cocaína, destruyeron 2.486 laboratorios, capturaron a 183 personas para su extradición y entregaron a 177 más a tribunales estadounidenses e internacionales”. A estas cifras se suman más de 125 millones de dólares en activos decomisados a las redes mafiosas.
El embajador remarcó que cada golpe a las estructuras criminales “representa más de 800 millones de dosis de cocaína que se mantienen fuera de los mercados globales”. Además, recordó que organizaciones transnacionales como el Clan del Golfo y el Tren de Aragua han perdido líderes gracias a operaciones conjuntas con Estados Unidos.
No obstante, señaló que el progreso se ha pagado con un alto costo humano. “Tan solo este año, 79 policías colombianos han perdido la vida en acto de servicio”, advirtió, al recalcar que “ningún país del mundo paga un precio más alto en vidas humanas ni invierte más recursos propios en la lucha contra el narcotráfico” que Colombia.
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La advertencia del embajador llega cuando la Casa Blanca debe enviar al Congreso su informe anual sobre los principales países productores o de tránsito de drogas ilícitas. Para García-Peña, no se trata de un trámite menor, ya que define parte de los fondos de cooperación. “Retener los fondos de cooperación perjudicaría a Colombia al debilitar su economía legal. Y perjudicaría a Estados Unidos al debilitar la interdicción marítima y aérea de drogas”, sostuvo.
Pese a las dificultades, el embajador aseguró que Colombia seguirá enfrentando a los cárteles, aunque dejó claro que la cooperación estadounidense es determinante. “Colombia continuará su lucha contra los cárteles de la droga, pues es de interés nacional hacerlo. Pero sin la intervención de Estados Unidos, los costos aumentarán y los resultados serán insuficientes”, escribió.
García-Peña concluyó recordando el sentido compartido de esta batalla: “Las pérdidas en Amalfi y Cali reflejan el costo de una lucha que trasciende fronteras. Nuestros caídos nos recuerdan que la lucha de Colombia es también la lucha de Estados Unidos: contra la violencia, contra las adicciones y contra la erosión de las instituciones democráticas”.