Cada año, el día después del Día de Acción de Gracias, millones de personas en todo el mundo participan en una jornada masiva de compras conocida como Black Friday (Viernes Negro), que marca el inicio no oficial de la temporada navideña.
Aunque en la actualidad se asocia con ofertas, descuentos y largas filas frente a las tiendas, el origen de este nombre tiene raíces históricas y sociales muy distintas al comercio minorista. Su historia combina eventos financieros, caos urbano y cambios en la percepción pública, que han llevado a que un término originalmente negativo se transforme en uno de los días más esperados del calendario comercial.
El primer "Viernes Negro" y la crisis del oro

Contrario a la creencia popular, el término "Black Friday" no surgió porque las tiendas pasaran de pérdidas a ganancias. El primer evento relacionado con este nombre ocurrió el 24 de septiembre de 1869, como consecuencia de un colapso en el mercado del oro en Estados Unidos. Dos financieros de Wall Street, Jay Gould y Jim Fisk, intentaron acaparar el oro, lo que provocó un aumento abrupto de los precios y generó una burbuja especulativa.
La intervención del gobierno estadounidense, al detectar la manipulación, provocó la caída inmediata del mercado y la bancarrota de numerosos inversores. Este suceso financiero pasó a la historia como el primer "Viernes Negro", aunque en aquel momento no tenía ninguna relación con el comercio minorista ni con las compras masivas. La denominación surgió más como un recordatorio del caos económico y de las pérdidas sufridas por inversores y ciudadanos.
El caos de Filadelfia y la consolidación del término
El significado moderno del Black Friday se consolidó varias décadas después, en 1950, en la ciudad de Filadelfia, Pensilvania. El día después de Acción de Gracias coincidía con el tradicional partido de fútbol americano entre el Ejército y la Marina, que atraía a multitudes de turistas, aficionados y compradores que llegaban de distintas partes del país. La combinación de eventos generaba una congestión masiva, embotellamientos que paralizaban las calles y un aumento significativo de robos y conflictos dentro de las tiendas.
Los oficiales de policía de Filadelfia eran los encargados de manejar este caos, enfrentando turnos de hasta 12 horas para controlar el tráfico, dispersar multitudes y atender incidentes menores, lo que hacía del día una de las jornadas más agotadoras del año. En medio de esta situación, los agentes comenzaron a referirse a la fecha como "Black Friday", no en relación con la prosperidad económica, sino como un apodo para describir un día lleno de frustración, largas horas de trabajo y tensión urbana. Este uso interno de la policía fue el que dio forma a la denominación que con el tiempo se asociaría a las compras masivas.
De un apodo policial a un fenómeno comercial

Durante la década de 1960, algunos comerciantes intentaron rebautizar el día con términos más positivos, como "Big Friday" (Viernes Grande), para atraer a los compradores sin la connotación negativa que había creado la policía. Sin embargo, el apodo original ya estaba arraigado en la cultura local.
Fue hasta la década de 1980 que los minoristas lograron transformar la narrativa: comenzaron a vincular el nombre con la rentabilidad, destacando que el Black Friday representaba el momento en que las tiendas dejaban atrás las pérdidas y comenzaban a registrar ganancias significativas. Con esta estrategia, se consolidó la imagen de un día de oportunidades comerciales, descuentos agresivos y compras masivas.
Hoy, el Black Friday ha trascendido las fronteras de Estados Unidos y se ha convertido en un fenómeno global. La jornada de compras se ha extendido durante varios días, culminando con el Cyber Monday, y ha transformado la forma en que millones de consumidores planifican sus compras de fin de año. Sin embargo, detrás de la búsqueda de ofertas y rebajas, persiste la historia original de caos urbano y crisis financiera que dio origen a su nombre, recordando que lo que hoy es sinónimo de consumo comenzó como un símbolo de desorden y tensión.