¿Embarazada? Lo que debe saber sobre los cambios que experimenta el cuerpo

Primer trimestre  

Una semana después de la fecundación, el óvulo llega al útero para dar inicio a todo el proceso de formación, que inicia con la placenta y, por otro lado, el embrión.  

A partir de ese momento, comienzan los cambios en el cuerpo y el estado de ánimo de la mujer.  

Algunas futuras mamás sienten dolor en los senos, producto de los cambios hormonales que experimenta el cuerpo, además de cansancio, hinchazón en la parte baja del abdomen (que muchas veces se confunde con los cólicos menstruales) cambios de humor y hasta cambios en el apetito.  

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En este mismo trimestre se registran náuseas, antojos, mareos y hasta desmayos si no se alimenta adecuadamente.  

Es importante resaltar que toda mujer embarazada debe tomar suplementos vitamínicos desde el comienzo de la gestación; los más comunes son hierro, calcio y ácido fólico.  

Este es uno de los mejores momentos de la gestación, ya que apenas comienza a crecer la ‘barriguita’, pero no lo suficiente como para estar muy cansada o incómoda por el peso.  

Segundo trimestre  

Los síntomas más comunes como las náuseas, agrieras o mareos comienzan a ceder, pero llegan otros como el dolor de espalda, la fatiga, el aumento del tamaño de los senos y de la barriga.  

También se oscurecen los pezones y se pronuncia una línea en la mitad de abdomen, por los cambios de la melanina, sustancia encargada de dar pigmento a la piel. Hay algunas mujeres a las que se les oscurecen otras partes de cuerpo como las axilas o la zona íntima.  

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En este punto del embarazo, la piel se estira al punto de romperse y se generan las famosas estrías, por lo que se recomienda usar una muy buena crema o aceite y ayudar con la elastina.  

En este trimestre las mamás pueden sentir a su bebé, que ya da ‘pataditas’ y cambia de posición.  

Tu piel puede comenzar a estirarse y evidenciar estrías, una buena crema humectante te ayudará con la comezón y el ardor. 

Tercer trimestre 

Es la etapa más compleja del embarazo porque la barriga ha crecido bastante y el equilibrio falla con varios kilos de más, además, conciliar el sueño se hace más difícil.  

El peso también afecta las articulaciones y el cuerpo se prepara para el parto, por lo que los especialistas médicos recomiendan caminar mucho y hacer ejercicio de forma regular.  

Los órganos se comprimen para darle espacio al útero, que crece a medida que el bebé crece, y hace que aguantemos menos las ganas de orinar. De igual manera, se desplazan los órganos intestinales hacia el diafragma, que hace que la sensación de falta de aire se agudice.  

Pese al complejo camino para ser mamá, no se preocupe porque su cuerpo y sus hormonas volverán a lo habitual. Lo importante es disfrutarse cada etapa y cuidarse, porque su bienestar es el del bebé.