¿A qué edad envejecen los perros? Lo que debe saber para brindarle una vida digna y saludable
La vejez de los perros varía según raza y tamaño. Esta etapa requiere ajustes en el cuidado diario y la atención médica.

El envejecimiento en los perros no ocurre de forma uniforme. La vejez canina depende en gran medida de factores como el tamaño corporal, la raza, la genética, el estilo de vida y el historial médico. Por regla general, los perros de razas grandes entran en esta etapa a una edad más temprana que los de razas pequeñas.
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Los perros grandes, como el labrador, el rottweiler o el pastor alemán, suelen mostrar signos de vejez entre los 6 y 7 años de edad, mientras que los perros medianos o pequeños, como el shih tzu, el pug o el schnauzer miniatura, pueden hacerlo más tarde, entre los 8 y 10 años. La expectativa de vida de un perro pequeño puede llegar a superar los 15 años, mientras que en razas grandes puede no pasar de los 10 u 11.
Además del tamaño, influyen otros factores como la alimentación, el nivel de actividad física, el entorno en el que vive el animal y la atención veterinaria recibida a lo largo de su vida. Estas variables pueden acelerar o retardar los signos visibles del envejecimiento.
¿Cómo saber si su perro está envejeciendo? Señales comunes de la vejez
La vejez en los perros se manifiesta con cambios físicos, cognitivos y conductuales. Algunos son graduales y pueden pasar desapercibidos si no se observan con atención. Estas son las señales más frecuentes:
- Disminución del nivel de actividad: el perro pasa más tiempo descansando, se fatiga fácilmente y disminuye su interés por salir o jugar.
- Dificultad para moverse: es común que tenga rigidez al levantarse, que camine más lento o que evite subir escaleras. Esto puede estar relacionado con artritis o desgaste en las articulaciones.
- Aparición de canas: el pelaje comienza a tornarse blanco o gris, especialmente en el hocico, las cejas y alrededor de los ojos.
- Cambios en el apetito y en el peso corporal: el perro puede comer menos, lo que genera pérdida de masa muscular, o aumentar de peso por menor actividad.
- Problemas dentales: el mal aliento, la acumulación de sarro, el sangrado en las encías o la pérdida de piezas dentales son frecuentes.
- Pérdida sensorial: la disminución de la audición y la visión puede provocar inseguridad o sobresaltos ante ruidos o movimientos repentinos.
- Desorientación o confusión: algunos perros muestran signos similares al deterioro cognitivo humano. Caminan sin rumbo, se quedan mirando a la pared o no reconocen ciertas rutinas.
- Cambios en el sueño: puede haber alteración de los ciclos de sueño, como dormir mucho durante el día y estar más activo en la noche.
- Modificaciones en el comportamiento: el perro puede mostrarse más irritable, menos tolerante con otros animales o, por el contrario, más dependiente y apegado a sus cuidadores.
Detectar estas señales a tiempo permite implementar cambios oportunos para mejorar la calidad de vida del animal.

Cómo cuidar a un perro en etapa de vejez
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La atención de un perro mayor debe adaptarse a sus necesidades físicas y emocionales. La alimentación especializada para perros senior es uno de los pilares del cuidado. Estas dietas suelen tener menos calorías y más fibra, e incorporan ingredientes que favorecen la salud articular, como glucosamina y condroitina, así como antioxidantes que contribuyen al sistema inmune.
El ejercicio debe mantenerse, pero ajustado a su capacidad. Los paseos cortos y frecuentes ayudan a conservar la movilidad sin forzar las articulaciones. También son recomendables juegos tranquilos, masajes y ejercicios de estimulación mental, como esconder premios o usar juguetes interactivos.
Las visitas al veterinario deben ser más frecuentes, idealmente cada seis meses, incluso si el perro no presenta síntomas. En estas consultas se pueden detectar a tiempo enfermedades cardíacas, renales, hepáticas, dentales o neurológicas. El chequeo puede incluir exámenes de sangre, orina, radiografías y evaluación del estado cognitivo.
Es importante adaptar el hogar: proporcionar una cama ortopédica, evitar escaleras o superficies resbaladizas, mantener el espacio ordenado y accesible, y garantizar fácil acceso al agua y a la comida. En algunos casos se requiere el uso de suplementos o medicamentos, siempre bajo supervisión veterinaria.
Bienestar emocional y calidad de vida en la vejez
La etapa senior también implica mayores necesidades emocionales. Los perros mayores pueden sentirse más vulnerables o ansiosos. Mantener rutinas estables, evitar ruidos fuertes y pasar tiempo con el animal es fundamental. No se trata solo de cuidados médicos, sino también de atención afectiva.
Los perros, incluso en su vejez, siguen necesitando sentirse parte de la familia. Su bienestar no depende únicamente de medicamentos o dietas especiales, sino del vínculo que se mantiene con ellos. Con los cuidados adecuados, muchos perros mayores pueden tener varios años de vida con buena calidad, disfrutando del entorno y la compañía que los rodea.
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