Tensión entre Petro y Trump traería graves consecuencias económicas para Colombia
La tensión diplomática con EE. UU. eleva el dólar a 3.880 pesos en Colombia y amenaza exportaciones, inflación y empleo rural, alertan economistas.

La tensión diplomática entre Colombia y Estados Unidos, tras el anuncio del expresidente Donald Trump sobre la posibilidad de imponer nuevos aranceles a los productos colombianos, comenzó a reflejarse de inmediato en el mercado cambiario. El dólar superó los 3.880 pesos durante la jornada del lunes 20 de octubre, un alza de casi 80 pesos frente al cierre anterior, impulsada por la incertidumbre política y comercial.
Un impacto directo sobre el dólar y la inflación
Henry Amorocho, experto en Hacienda Pública de la Universidad del Rosario, explicó que la expectativa de una decisión formal de Washington sobre los aranceles generó una reacción inmediata del mercado cambiario. “El mercado abrió con incremento del precio del dólar y, dependiendo de la duración de los aranceles, la incertidumbre va a primar. Eso va a mantener el dólar un poco arriba”, señaló el académico, quien proyectó una tasa de cambio fluctuante entre los 3.810 y los 3.880 pesos.
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Amorocho precisó que el tipo de cambio alcanzó los 3.889 pesos en la tarde del lunes, reflejando la sensibilidad del mercado ante la tensión diplomática. “El alza obedece indiscutiblemente a la incertidumbre que dejó todo este tema arancelario”, indicó. Además, advirtió que el efecto más grave recaería sobre la clase trabajadora, particularmente en el sector rural, que depende de las exportaciones agrícolas.
“Los trabajadores son los más perjudicados porque pueden perder empleos; se pierde competitividad, aumenta la inflación y los aranceles encarecen los costos de producción”, enfatizó el economista.

Riesgo para las exportaciones y el empleo rural
Amorocho recordó que buena parte de las exportaciones colombianas hacia Estados Unidos son de origen agrícola, por lo que un aumento de aranceles reduciría la competitividad de estos productos frente a otros mercados. Esto no solo afectaría las finanzas de los productores, sino que también presionaría al alza los precios internos de los alimentos y del transporte, amplificando el impacto inflacionario.
“El hecho de que se cobren aranceles incrementa los costos de producción y, en el sector agrícola, las consecuencias sobre los precios serían inevitables”, explicó.
El análisis académico: efectos de corto y mediano plazo
Por su parte, Adrián Garlati, director de Estudios de Pregrado en Economía de la Universidad Javeriana, coincidió en que el aumento de la tasa de cambio refleja una pérdida temporal de confianza en el entorno internacional. “El dólar se mueve no solo por fundamentos económicos, sino también por percepciones políticas. Cuando hay anuncios de este tipo, los inversionistas buscan refugio en activos más seguros, lo que deprecia la moneda local”, señaló el economista.
Garlati añadió que si la crisis diplomática no se resuelve pronto, podría verse afectada la inversión extranjera directa y el costo del financiamiento externo del país. “Una escalada arancelaria prolongada encarecería las importaciones, presionaría la inflación y limitaría la capacidad del Banco de la República para reducir las tasas de interés”, explicó.
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Un llamado a la vía diplomática
Pese a la volatilidad, ambos expertos coincidieron en que el mercado aún confía en una salida diplomática. Amorocho destacó que “hay confianza en que la línea institucional, los gremios y las empresas logren resultados para que las medidas no sean tan fuertes”. Sin embargo, advirtió que si las tensiones persisten, los efectos negativos sobre el empleo, la inflación y el crecimiento podrían ser más profundos.
En síntesis, las tensiones con Washington ya pasaron factura al dólar y a la confianza del mercado colombiano. El reto ahora, según los economistas, es evitar que la diplomacia fallida se traduzca en un golpe prolongado para la economía real y los hogares del país.