Colombia corre el riesgo de ser desertificado por EE.UU, asegura exasesor de la Casa Blanca
Las tensiones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos podrían incrementar el riesgo de desertificación.

La tensión diplomática entre Colombia y Estados Unidos alcanzó un nuevo pico esta semana, con el llamado a consultas del encargado de negocios interino de la embajada estadounidense en Bogotá, John McNamara, por orden del secretario de Estado, Marco Rubio, lo que produjo la respuesta del gobierno colombiano con el llamado a su embajador en Washington, Daniel García Peña.
Frente a este panorama, Juan González, exasesor de la Casa Blanca para América Latina durante el gobierno de Joe Biden y exsubsecretario de Estado adjunto para asuntos hemisféricos con Barack Obama, alertó sobre la gravedad de la situación en entrevista para La FM de RCN.
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González expresó su preocupación por el deterioro de la relación bilateral, al advertir que se está “poniendo en riesgo una relación estratégica de décadas que va más allá de cualquier presidente”.
“El error que están cometiendo los Estados Unidos en este momento es convertirse en el blanco perfecto del presidente Petro para fomentar un sentimiento antiestadounidense y unir a su base bajo una narrativa de soberanía”, señaló.
Para el exfuncionario, el contexto actual favorece políticamente al presidente colombiano. “Buscar pelea con Petro en redes sociales o entrar en confrontaciones públicas solo puede ayudar a su base electoral. Estamos en un muy mal lugar. Lo mejor sería enfocarse en el diálogo y en el bienestar de los colombianos, no en peleas con Donald Trump, Marco Rubio o Gustavo Petro”, afirmó.
¿Colombia cerca de ser descertificada?
González también señaló que existe el riesgo de que Colombia reciba la descertificación por parte de EE. UU. en materia de lucha contra el narcotráfico: “Si sigue en este camino, Colombia va en ruta a ser descertificada”, precisó.
Asimismo, recordó decisiones recientes del Gobierno colombiano como la suspensión de extradiciones de líderes guerrilleros vinculados al narcotráfico, como ‘Mocho Olmedo’, bajo el argumento de la paz total, y el incremento de los cultivos de coca, que podrían llevar al país a perder el respaldo estadounidense.
“La descertificación retiraría apoyo militar y financiero. Ya lo vivimos durante el gobierno de Ernesto Samper, cuando los únicos beneficiados fueron las redes criminales”, subrayó González.
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Cuidado con intervenir en elecciones
González también advirtió sobre los riesgos de que Estados Unidos dé señales de intromisión en el proceso electoral colombiano, que ya comienza a tomar forma: “Cuando EE. UU. se mete en los procesos electorales de un país, solo ayuda a quien pretende perjudicar. Los colombianos siempre han decidido quién será su presidente. Lo peor que puede hacer EE. UU. es opinar en estas elecciones”, dijo.
En ese sentido, instó a su país a mantener un canal de comunicación directo con el Gobierno colombiano. Además, advirtió que atacar públicamente a Petro solo lo fortalecería: “Hay que entender el contexto político. Estamos entrando a una nueva campaña presidencial”, indicó.
Consecuencias para los ciudadanos
González no ocultó su preocupación frente a los impactos reales de la crisis diplomática para los colombianos: “La suspensión de visas, por ejemplo, puede afectar a estudiantes, empresarios y familias. Y si se suspenden exportaciones hacia EE. UU., como las de rosas o café, las consecuencias para la economía colombiana serán graves”, puntualizó.
También mencionó la ayuda en seguridad como una de las áreas más sensibles: “Si se corta la cooperación militar, perdemos todos. Colombia fue llevada del borde del abismo a una estabilidad relativa con el apoyo estadounidense. Eso está en riesgo”, indicó.
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Finalmente, González fue claro sobre el origen del deterioro: “La relación con el gobierno Petro ha sido muy difícil. No por ideología, sino por falta de ejecución. Nos acostumbramos a trabajar con equipos muy preparados; en este gobierno, ejecutar estrategias complejas ha sido un reto”, concluyó.